Resumo de Capítulo 1973 Hablemos de defectos – Uma virada em La Heredera Divorciada Billonaria de Internet
Capítulo 1973 Hablemos de defectos mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de La Heredera Divorciada Billonaria, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Romance, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
Grant colgó el teléfono.
Otro coche se acercó desde la distancia. Era el coche designado de ese restaurante de barbacoa.
Grant entrecerró los ojos. Dos meseros jóvenes salieron del coche y se acercaron con una sonrisa.
“El carbón que ordenó la Señorita Stanton…”.
Los ojos de Grant parpadearon y él asintió.
El mesero le preguntó con una cálida sonrisa: "¿Necesita nuestra ayuda para que te lo llevemos?".
Grant negó con la cabeza. “No es necesario, solo déjalo aquí. Por cierto, ¿ustedes son los únicos que hacen las entregas?”.
El mesero asintió. "Sí. La Señorita Stanton es nuestra cliente exclusiva, así que nuestro gerente nos ordenó especialmente que hiciéramos la entrega lo antes posible. Han pasado exactamente quince minutos desde que ella hizo el pedido”.
Grant frunció los labios en silencio.
De hecho, quince minutos fue el tiempo más rápido desde la ubicación de ese restaurante hasta el lugar de Nicole.
Esto significaba que alguien recibió la noticia más rápido que el restaurante.
Grant lo consideró y dijo: "Gracias".
El mesero sonrió y se fue.
Después de que Grant meditó un rato, hizo otra llamada.
"Señor Jensen, hay algo que tengo que informarte…”.
La llamada de Grant duró diez minutos.
Durante este tiempo, sus hombres ya habían desechado la otra caja de hace un momento.
Después de las repetidas insistencias de Nicole, Grant subió la pesada caja de carbón al piso de arriba.
Se escuchaban risas provenientes de la sala de estar.
Clayton se arremangó, mostrando sus delgados antebrazos, y estaba trabajando duro entre la multitud.
Yvette estaba discutiendo con Lance. Aunque ellos no se habían visto desde hace un tiempo, Yvette aún se resistía a rendirse a mitad de camino y regresar a Atlanta.
Julie e Ian estaban jugando con Chatty y Levi, y se llevaban bastante bien.
Aida y Nicole estaban ocupadas preparando los ingredientes. De vez en cuando, ellas se susurraban entre ellas y Aida comenzó a recomendarle algo a Nicole.
Todo parecía bien.
Grant respiró hondo y suprimió la pesadez de su corazón.
Él fingió estar relajado mientras entraba. Clayton luego se apresuró a tomar la caja de Grant.
“Gracias, Hermano Mayor. Yo pensaba ir, pero Nicole te mandó a bajar cuando yo no estaba prestando atención”.
Clayton sonrió cálidamente, luciendo tan guapo y fuera de este mundo.
Grant asintió y soltó la caja.
“Estaba en una llamada abajo, así que me tardé”.
Grant le explicó a Aida, quien estaba detrás de él.
Aida sonrió e instó a Grant a lavarse las manos antes de comer.
Grant asintió y se dio la vuelta para irse.
El balcón era muy grande con techo automático de vidrio y ventanas. La iluminación, la temperatura y el flujo de aire se podían ajustar de acuerdo con la cantidad de luz solar y humedad.
Todos se sentaron en la mesa y las sillas al aire libre, las cuales habían sido instaladas desde temprano, y observaron a Clayton ahumar un poco de carne.
Nicole tomó una foto y se la envió a Floyd.
Ella pensó: '¿No es más divertido hacer una barbacoa que pescar?'.
Sin embargo, ella le envió un mensaje a Floyd. [Papá, ¿cuántos peces pescaste hoy?].
El mensaje no se envió después de mucho tiempo.
Poco después, ella recibió una respuesta automática. [Has sido bloqueada por la otra parte].
Nicole se quedó sin palabras y pensó: '¿Papá me bloqueó?'.
Llamó al Señor Anderson y le pidió que preparara más comida para Floyd.
El Señor Anderson dijo: “El Presidente no pescó un solo pez hoy, por lo que está de mal humor. Dijo que no quería cenar”.
¡Con razón!
Nicole no sabía si reír o llorar.
Gradualmente, Grant y Lance también se unieron a Clayton en la parrilla. Nicole e Yvette no querían quedar atrapadas en el humo, por lo tanto, se mantenían alejadas de la parrilla.
Yvette la miró extrañada.
"Señorita Stanton, estoy preguntando por los defectos. ¡¿No sabes lo que significan los defectos?!”.
Nicole parpadeó. “Estaba a punto de decir los defectos después de mencionar sus puntos fuertes”.
“Simplemente omite los puntos fuertes y ve al grano”.
Yvette se quedó sin palabras después de escuchar esto.
Nicole se quedó en silencio por un momento, luego miró a Yvette.
“¡Él siempre me trata como a una niña y me mima sin límites!”.
Cuando Nicole dijo esto, las comisuras de su boca se curvaron inconscientemente.
Ese era el defecto de Clayton.
Debido a ese defecto, Nicole ya no tenía una automotivación tan fuerte.
Se debía a que Clayton siempre le daba una tarjeta bancaria y le decía que se tomara un día libre.
Era un trato tan irresistible que Nicole no podía evitar aceptarlo.
Yvette la miró en silencio, apartó la mirada y suspiró.
“Olvídalo… Las alegrías y tristezas de todos son claramente diferentes… Nunca entenderás por lo que pasé. Cuando estaba luchando desesperadamente al frente, el hombre detrás de mí seguía tratando de hacerme caer. Eso es porque si lo hago, tendré que admitir la derrota obedientemente y volver a ser su secretaria otra vez…”.
Las palabras de Yvette estuvieron llenas de queja e insatisfacción.
Sin embargo, Yvette también sabía que Lance hacía esto por su propio bien.
Yvette simplemente no apreciaba este tipo de buena voluntad. ¿Por qué él no podía apoyarla para que fuera independiente?
¿Acaso Lance se sentiría mejor y aplaudiría si Yvette fallaba?
Nicole miró a Yvette y pensó en algo.
“Yvette, puedes contarle a Lance sobre esto. No lo guardes en tu corazón. De lo contrario, ustedes acumularán demasiados resentimientos y ninguno de los dos podrá resolverlos al final".
Yvette hizo un puchero. “No sé cómo decirle”.
Nicole quería decir algo, pero Clayton vino con un plato de cordero asado.
“Cariño, prueba un poco de este cordero australiano. ¿No dijiste que es tu favorito?”.
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