La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 1986

Clayton estaba concentrado en alimentar a Chatty. Últimamente ellos habían empezado a agregar alimentos complementarios a su dieta, pero ella era bastante exigente, lo cual era un gran dolor de cabeza para todos.

Sin embargo, Clayton era muy paciente y lograba convencer a Chatty lentamente. Cada vez que Chatty tomaba un pequeño bocado, Clayton la elogiaba sin cesar.

Todo era halago.

Clayton frunció el ceño. "No sé. Veamos qué piensa Papá al respecto”.

Lo que Clayton quiso decir era que todo dependía de si Floyd quería mantener una relación con la familia Lindstrom.

Clayton ya había aprendido mucho sobre la forma de comportarse en Mediania durante su tiempo aquí.

Floyd dudó por un momento, luego asintió.

"Déjalos entrar".

Aunque ellos no tenían interacción con la familia Lindstrom, todos estaban en el círculo empresarial, por lo tanto sería difícil evitarlos por completo.

Si rechazaban a la familia Lindstrom ahora, no era diferente de agregar leña al fuego.

El mayordomo salió a invitar a la familia Lindstrom a pasar.

Ellos no podían seguir comiendo en este momento. Kai se quedó para cuidar a los niños con la ayuda de Julie mientras los demás se fueron a la sala.

Nicole no tenía la intención de ver a la familia Lindstrom porque estaba del lado de Lumi en el asunto del divorcio de Lumi y Samuel.

Por lo tanto, su posición era un poco incómoda.

Sin embargo, lo más probable era que la familia Lindstrom estaban aquí por Clayton, así que Nicole quería saber qué estaba pasando.

Los padres de Samuel trajeron un carro lleno de regalos y los colocaron en la puerta.

Floyd se rio. “No es un día festivo. ¿Por qué están trayendo tantos regalos?”.

El Señor y la Señora Lindstrom se acercaron con una sonrisa.

"Oye, amigo. He querido venir a visitarte durante mucho tiempo. También estoy jubilado, así que deberíamos buscar tiempo para ir a pescar juntos…”.

Floyd sonrió superficialmente.

La Señora Lindstrom apenas podía mantener su sonrisa. Ella se había maquillado mucho la cara, pero aún así, no podía ocultar su palidez y la preocupación en sus ojos.

Nicole podía ver claramente desde un lado, pero Clayton se sentó allí en silencio para hacer té usando la técnica que Floyd le acababa de enseñar.

El Señor Lindstrom hizo una pausa, tomó la mano de Floyd y dijo con vacilación: “Floyd, necesito tu ayuda. ¡Tienes que ayudarme!".

Floyd dijo: “Mira, sabía que no vendrías aquí por nada. Solo di lo que quieres decir”.

El Señor Lindstrom parecía angustiado. Miró a Clayton, quien estaba sentado allí, y no sabía qué decir por un momento.

Al final, la Señora Lindstrom no pudo evitarlo y sollozó mientras decía: “Floyd, sabes que solo tenemos un hijo en nuestra familia. No le enseñamos bien, por lo tanto, tuvo muchos escándalos antes de irse al extranjero. Pensé que enviarlo al extranjero para supervisar nuestro negocio lo calmaría, pero… Pero él ahora está en peligro y no puede regresar”.

Floyd parecía atónito y estaba un poco sorprendido.

"¿Eh?".

Él no sabía lo que había sucedido.

Las lágrimas de la Señora Lindstrom corrían por su rostro.

“Hace algún tiempo, un líder terrorista quiso apoderarse del negocio petrolero de nuestra familia. Como saben, nuestro negocio en el mercado interno no va muy bien y no somos tan capaces de manejarlo. Por lo tanto, nuestra riqueza depende de nuestro negocio petrolero en el extranjero. Mi papá lo compró incidentalmente cuando estaba en el extranjero en ese entonces y dependemos de esto para mantener a flote a nuestra familia. Pero ese terrorista quería robarnos y fue tan irrazonable. Ellos saquearon el lugar, iniciaron incendios e incluso mataron personas. Samuel ha estado ocupado lidiando con este asunto en el extranjero y no hemos podido comunicarnos con él recientemente…”.

La sala de estar permaneció en silencio.

El Señor Lindstrom suspiró y no pudo evitar mirar a Clayton.

“Floyd, sé que tu yerno tiene algunas conexiones en Sudáfrica. Señor Sloan, ¿podrías ayudarnos y preguntar sobre el paradero de Samuel? No necesitamos mantener nuestro negocio petrolero. Solo queremos que Samuel vuelva a casa sano y salvo…”.

Las palabras del Señor Lindstrom fueron suplicantes.

Floyd miró a Clayton y no se apresuró a hablar.

Clayton hizo una pausa por un segundo. Su mano que estaba sirviendo té se detuvo ligeramente. Su muñeca era limpia y firme, y su antebrazo expuesto y musculoso era un espectáculo digno de contemplar.

Él levantó los ojos, miró a Floyd y luego al Señor Lindstrom.

“Papá, Señor Lindstrom… Yo soy un hombre de negocios legítimo y no tengo tratos con terroristas”.