La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2011

Los doctores venían tres veces al día. El rostro de Clayton también se veía mejor cada día, por lo tanto, Nicole sentía que se estaba recuperando rápido.

Pasó una semana.

El ligero hormigueo en su costilla había desaparecido.

Su tos intermitente también se detuvo.

Clayton podía llevar a Nicole en la silla de ruedas y empujarla alrededor del hospital.

Los dos estaban juntos casi todo el día. Eran inseparables.

Cuando Nicole finalmente podía empujar la silla de ruedas por sí misma, de vez en cuando escuchaba fuertes gritos en el hospital.

Eran algo histéricos, especialmente por la noche.

Sin embargo, parecía solo su alucinación porque el grito desaparecía rápidamente.

Cuando intentaba escucharlo nuevamente, no podía oírlo, como si fuera solo una ilusión.

Nicole estaba sentada en el balcón de la sala, admirando la luna, mientras Clayton trabajaba en su computadora adentro. Él se veía impecable cuando hablaba seriamente. Parecía desaliñado con el cuello ligeramente abierto.

Mientras admiraba la luna, ella también admiraba a Clayton.

Clayton parecía ser capaz de sentir su mirada. Él se rio levemente sin levantar los ojos.

"¿Has visto suficiente?".

Nicole se sonrojó e inmediatamente retractó su mirada para evitarlo.

Sin embargo, después de pensarlo un poco, ella tenía derecho a mirarlo como quisiera ya que estaban casados.

Nicole lo miró con una sonrisa.

"Señor Sloan, eres más hermoso que la luna”.

Clayton ya estaba acostumbrado a sus halagos ocasionales.

Él sonrió levemente, se frotó la sien con impotencia y la miró.

"¿Quieres ir a la cama?".

Nicole todavía se sentía sonrojada por la situación hace un rato. Cuando escuchó esto, sus pensamientos se desviaron instantáneamente a otra parte.

“¡Bah, todavía estoy enferma!”.

Clayton hizo una pausa.

Él frunció el ceño y se rio.

“Ya son las 10 de la noche. Solo preguntaba si quieres tu sueño de belleza. ¿Qué estabas pensando?".

Nicole respiró profundo y apartó la mirada.

Bueno, eso fue vergonzoso.

Clayton no se sintió avergonzado. La única que estaba avergonzada era Nicole.

Nicole tenía muchas ganas de seguir admirando la luna como si nada hubiera sucedido, pero Clayton no quería dejar pasar esta oportunidad. Se acercó para pararse detrás de ella, empujó la silla de ruedas adentro y le susurró al oído: "¿Por qué no lo intentamos esta noche?".

Nicole sentía que su rostro estaba tan rojo como un cangrejo cocido.

Ella respiró hondo. Para demostrar que su mente no estaba pensando obscenamente hace un momento, ella lo rechazó firmemente.

"No, solo quise decir dormir y más nada".

Clayton levantó las cejas y no dijo una palabra.

Nicole sentía que estaba en desventaja y lo miró de mala gana.

"¡Absolutamente no tenía otros pensamientos!".

Clayton levantó las cejas pero no expuso sus pensamientos.

"¿Oh? Incluso si no lo tienes, yo sí…”.

Clayton frotó su mejilla contra la de ella. Su rico y refrescante aroma la envolvió, atrayéndola a un hermoso sueño.

Sus ojos se demoraron en su cuerpo y sus besos fueron abrumadores. Él apoyó los brazos a ambos lados de la silla de ruedas mientras se inclinaba. El cuello de su camisa estaba ligeramente abierto mientras que sus ojos estaban tan oscuros como si pudiera tragarla entera.

Nicole se apoyó suavemente en sus hombros. Justo cuando él quería ir más allá y levantarla, de repente escucharon una conmoción en el piso de abajo.

La histérica voz femenina volvió a gritar, sonando ronca y desesperada.

Por la noche, era bastante aterrador.

Esto apagó por completo su deseo.

Nicole empujó a Clayton abruptamente, frunció el ceño y murmuró con disgusto: “¿Esto es un hospital o una sala psiquiátrica?”.

Clayton no respondió, pero sus ojos se atenuaron. Su pulgar rozó sus labios mientras sonreía fría y maliciosamente.

"No pasa nada. ¿Iré a echar un vistazo?”.

Nicole frunció el ceño, tomó su mano y dudó.

De repente, ella tuvo un mal presentimiento.

“Sí, darte un ascenso y un aumento de salario no será suficiente. Debes venir con nosotros a Mediania y traer a tu familia contigo”.

Los ojos de Shane se iluminaron. Su rostro finalmente mostró algunas emociones.

Estaba claro que las condiciones de Clayton eran las que Shane soñaba.

“Gracias, Señor Sloan. Gracias, Señora".

Clayton sonrió y empujó a Nicole al elevador.

Esta recompensa que pudo haberse otorgado hace mucho tiempo solo se otorgó cuando Nicole habló. Esto significaba que Clayton quería que Shane le agradeciera a Nicole por eso.

Nicole, naturalmente, sabía lo que estaba pensando Clayton. Ella sonrió y lo vio presionar el botón "Nivel B2" en el elevador para ir al sótano.

Las luces en el sótano eran muy tenues y se sentía espeluznante.

Ellos atravesaron un largo pasillo hasta el espacio abierto. Había docenas de extranjeros altos y corpulentos en ese piso.

Cuando vieron a Clayton, inmediatamente se pusieron de pie y se quedaron allí respetuosamente.

Nicole estaba tan sorprendida por esta escena que su cuerpo estaba tenso.

Clayton lo notó, entonces le dio unas palmaditas en el hombro y explicó en voz baja: “Ellos son los guardaespaldas que contraté temporalmente para protegernos. Creo que debemos aprender del Tercer Hermano. De esta manera, no tendremos miedo al peligro y esta es una forma de defensa propia”.

Originalmente, Nicole todavía estaba muy nerviosa, pero después de que él lo explicó de esa manera, se sintió aliviada cuando recordó cómo Kai hizo una gran escena.

Las comisuras de sus labios se torcieron. Ella miró al grupo de personas vestidas de negro frente a ella que tenían miradas intimidantes.

Estaba bien ya que valía la pena.

Nicole asintió. "Cierto. ¡Debemos hacer esto en el futuro!”.

Ella estaba realmente asustada.

Clayton se quedó sin palabras.

Todos les abrieron paso.

La puerta más interior estaba cerrada y alguien gritaba dentro.

Un hombre familiar salió de esa habitación.

Cuando se acercaron, Nicole reconoció que era el capitán.

El capitán se acercó rápidamente, miró a Nicole y asintió, luego volvió a mirar a Clayton.

“Casi se escapaba hace un momento, pero la atrapamos y la encerramos”.