La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2033

Nicole observó a Luke en silencio durante unos segundos.

Bajo las luces brillantes, los ojos de Luke estaban brillando, como si tuviera la necesidad de romper los límites.

Era el tipo de lucha juvenil que cualquier hombre autodidacta tendría.

Nicole sonrió.

"Continúa".

“Planeo cambiar nuestra investigación para centrarnos en la industria aeroespacial. Aunque hay muchos monopolios en el campo aeroespacial, es el más extenso e indulgente en términos de diseño tecnológico. Los resultados de nuestra investigación coinciden con el campo aeroespacial hasta cierto punto, por lo tanto, aún podemos lograrlo si cambiamos de dirección ahora”, dijo Lucas emocionado.

Nicole guardó silencio mientras jugueteaba con el brazalete en su muñeca.

"Entonces, ¿tienes un plan?".

“Tuve algunas conversaciones con las personas de la Corporación Aeroespacial hace un momento y me di cuenta de que no estaban seguros de la frecuencia de los accidentes en el campo actual. Aunque nuestra tecnología ha avanzado a grandes pasos, en algunos aspectos, la tecnología en Libertad es más refinada y mejor que la nuestra. Ya que tenemos áreas de investigación que coinciden, podríamos mejor cambiar la dirección de la investigación. Ya es hora de que cambie el monopolio de la tecnología de la aviación”.

Él dijo la última oración con calma, pero Nicole estaba emocionada de escuchar esto.

Nicole perdió el ánimo para beber y lo escuchaba con la mirada baja.

Cuando Luke terminó de hablar, Nicole lentamente recuperó el sentido.

Sus ojos parpadearon con admiración.

“Tienes razón, Señor Youngblood. Espero con ansias tus logros”.

Nicole tenía la vaga intuición de que Luke alcanzaría el éxito tarde o temprano.

Luke podría ser reconocido en este complicado círculo comercial.

Justo cuando estaban hablando, Tina miró a su alrededor para buscar a Nicole y se acercó felizmente.

"¿El Señor Youngblood también está aquí?”.

Tina miró a Nicole con una mirada sugerente mientras pensaba: 'Nicole acaba de ser atrapada por Clayton hace un momento... Pero en un abrir y cerrar de ojos, ¿ahora está con el Señor Youngblood? ¡Qué asombroso!'.

Nicole no se molestó en explicar y sonrió superficialmente.

"¿Necesitas algo?".

Tina se inclinó cerca de la oreja de Nicole y dijo en voz baja: "Hay un par de aretes...".

Nicole estaba atónita. “Claro, no hay problema”.

Ella miró a Luke y asintió.

Luke fue muy sensato y se fue.

Nicole siguió a Tina a la sala de subastas.

Otra sala de exposiciones estaba repleta de colecciones para ser subastadas.

Los artículos de la subasta estaban almacenados aquí.

Tina jaló a Nicole para entrar. Cuando el guardaespaldas de la puerta vio a Nicole, asintió y se hizo a un lado.

El gerente saludó a Nicole y dijo con una sonrisa:

"Señorita Stanton, la subasta comenzará en quince minutos. ¿Le gustaría ver los artículos por adelantado?”.

Nicole asintió y Tina entró corriendo con impaciencia.

"¡Mira, estos aretes son tan bonitos!", dijo Tina mientras señalaba un par de aretes dentro del gabinete de vidrio.

Nicole se acercó y entrecerró los ojos. Eran realmente hermosos y extravagantes.

El gerente sonrió y se acercó para presentar el artículo.

“Este es el artículo de la subasta que trajo el Señor Gilbert. Él dijo que su esposa donó voluntariamente este par de aretes. ¡También le enviamos una carta de agradecimiento a la Señora Gilbert!”.

Después de que el gerente terminó de hablar, el rostro de Tina se puso pálido y tenso.

Nicole también estaba atónita.

Tina la arrastró acá para que mirara los aretes. Eso fue porque Tina quería que Nicole hiciera una oferta en su nombre en caso de que alguien presentara una mejor oferta que ella. Después de la subasta, ella se los compraría a Nicole.

De esta manera, aquellos que estaban interesados ​​en pujar con una mejor oferta se rendirían por el bien de Nicole.

Tina también tendría que pagar mucho menos.

A Nicole no le importaba hacerle un pequeño favor.

"¿Sabes qué? Soy consciente de que él tiene amantes. Podía tolerarlo porque él decía que solo estaba jugando con ellas y que nadie podía reemplazarme. Él dijo que la compañía estaba en problemas, por lo tanto, le pedí a nuestros familiares y amigos que lo ayudaran. Yo fui frugal y reacia a comprar incluso una joya, sin embargo, él ha comprado joyas tan preciosas para su amante e incluso las donó a voluntad. ¡Aquí estoy, haciendo todo lo posible para comprar este artículo de segunda mano!”.

Tina lloraba histéricamente. El maquillaje de su rostro estaba arruinado.

Todos vieron esta escena y suspiraron.

Zach Gilbert aún no estaba allí. Nadie lo vio en el salón, por lo tanto, probablemente iba a llegar más tarde.

Era incómodo para Nicole quedarse aquí, pero tampoco podía dejar sola a Tina.

¿Qué debería hacer ella?

El matrimonio de Tina y Zach ya se estaba desmoronando, pero Tina sentía que aún podía aferrarse a su matrimonio.

Si Nicole convencía a Tina para que se divorciara, pero más tarde Tina se reconciliaba con Zach, Nicole estaría en una posición incómoda.

El gerente se agachó y miró a Tina avergonzado.

"Señora Gilbert, este artículo de la subasta fue enviado por el Señor Gilbert. A menos que se trate de bienes robados, los cuales serían devueltos a la policía, tendremos que subastarlos de acuerdo con las normas…”.

Tina levantó la cabeza abruptamente, revelando sus ojos rojos.

“¡Subástalos entonces! ¡Quién quiere un artículo de segunda mano de un rompehogares!”.

Mientras hablaba, Clayton escuchó la conmoción afuera y entró para buscar a Nicole.

Nicole frunció los labios y se encogió de hombros con impotencia.

Los dos se miraron, sin poder hacer nada para ayudar.

Se podría haber esperado el colapso mental de Tina, pero esta no era la ocasión para crear problemas.

Clayton dijo: “Señora Gilbert, escuché que el Señor Gilbert ya llegó a la entrada. Si tienes algo que decir, mejor sería que lo confrontes. No tiene sentido llorar sola aquí”.

Tina se secó el rostro y levantó la cabeza con una expresión enfurecida no disimulada.

"¿En serio?".

Clayton asintió.

Tina se puso de pie sin decir una palabra más y salió corriendo sujetando el dobladillo de su vestido, despreocupada por completo de su imagen.