La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2059

Después de que Nicole colgó el teléfono, todavía no podía digerir la noticia.

Nicole había visto a Tina hace unas horas. Tina incluso presumió de que estaba a punto de ser liberada de un matrimonio fracasado.

¿Cómo es que murió tan repentinamente?

Inmediatamente, Nicole sintió un escalofrío por todo el cuerpo.

Las plantas de sus pies se sentían frías.

Clayton llevó a Nicole al sofá y le dio unas palmaditas en el hombro con suavidad.

"Lo siento. Debí haber subido contigo anoche”.

Algo debió haber sucedido anoche, pero Nicole estaba demasiado cansada en ese momento para darse cuenta.

Clayton le tocó la cara.

"Está bien. Sé que no lo hiciste. Todo estará bien siempre y cuando expliques lo que sucedió claramente. Yo me encargaré del resto por ti”.

La expresión de Nicole cambió de repente.

Ella jaló su ropa.

“Esto no está bien. ¿Estará relacionado con el previo intruso de nuestra casa? Tina me conoce. ¿Acaso esa persona me tiene como objetivo?”.

A Nicole le resultaba difícil no dudar de sí misma. ¿Por qué estaba involucrada en esto?

Clayton besó el dorso de su mano.

La calmó pacientemente.

“Cariño, no lo pienses demasiado. Es solo una coincidencia. No tiene nada que ver contigo. Tina quería divorciarse. Es posible que su esposo lo haya hecho por la propiedad. No te asustes”.

La voz de Clayton era extremadamente baja y gentil.

Nicole se relajó lentamente.

Ella respiró hondo. "No tengo miedo. ¡Simplemente estoy triste porque la vi anoche!”.

"Yo sé, yo entiendo".

Justo cuando estaban hablando, sonó el teléfono de Nicole.

Era la llamada de Logan.

Nicole hizo una pausa, luego contestó. Logan estaba muy tranquilo mientras hablaba.

“Presidenta, he pedido a los abogados de la Corporación Stanton que vayan a la estación de policía. No se preocupe… No necesita presentarse personalmente”.

Nicole respondió y colgó el teléfono.

Clayton se rio entre dientes. “Logan es bastante atento, ¿eh? ¡Él puede encargarse tanto de la compañía como de tus asuntos privados!”.

Nicole respiró aliviada y elogió a Logan.

"¡Por supuesto! Me tomó mucho esfuerzo para que el Hermano Mayor me diera a Logan. ¡Es muy competente!”.

Nicole cambió de tema y desvió la atención de Clayton.

Clayton sonrió. "De acuerdo. ¿Por qué no tomas un descanso? Ya que el abogado irá, no necesitas estar tan nerviosa. No lo hiciste de todos modos”.

Nicole se quedó en silencio durante unos segundos antes de decir sin comprender: “Necesito explicar la situación claramente. Después de todo, atrapar al asesino también es beneficioso para nosotros”.

Ella tenía la intuición de que el asesino estaba relacionado con la persona que irrumpió en su casa la última vez.

Sin embargo, ellos no tenían evidencias.

Ella frunció el ceño y respiró hondo.

“Me vestiré y me dirigiré a la estación de policía. ¿Vas a pescar con mi papá?”.

"¿Estás bromeando? ¿Cómo puedo estar de ánimo para ir a pescar ahora? Iré contigo".

Clayton se puso de pie y fue al vestidor para cambiarse de ropa.

Nicole sonrió y no dijo nada.

Ella se sentía mejor con Clayton a su lado en ese momento.

En la estación de policía, ellos no se sorprendieron al ver a Zach sentado allí con el rostro pálido.

Nicole no sabía si Zach estaba realmente triste o si solo estaba fingiendo, pero no parecía estar en un buen estado mental.

De espaldas a Nicole, Zach le lloraba al policía que tenía delante. Su rostro estaba manchado de mocos y lágrimas.

“Mi esposa tuvo una muerte por negligencia. ¿Cómo es posible que ella haya saltado del edificio sola? ¡Alguien debió haberla obligado a hacerlo! ¿Quién fue la última persona que la vio? ¡¿Nicole Stanton?! No puedes encubrir este asunto solo por sus antecedentes. ¡Mi esposa no puede morir en vano!”.

Nicole estaba algo sorprendida. Frunció el ceño, mirándolos.

El oficial de policía los vio, se puso de pie y se acercó con una sonrisa.

"Señor Sloan, Señorita Stanton, están aquí…”.

En el siguiente segundo, el llanto de Zach se detuvo abruptamente.

Zach se secó las lágrimas y volteó la cabeza para mirarlos, fingiendo no ser intencionado. Sus labios aún temblaban.