La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2112

En ese momento, todos estaban en silencio.

La madre miró a Michael sorprendida. El niño de cabello rubio y ojos azules tenía una mirada tan despiadada en sus ojos.

Chatty y Fischer aplaudieron alegremente.

Chance estaba allí, estupefacto.

Después de un momento, el director del parque de diversiones vino corriendo.

Personalmente se presentó para resolver este asunto, por lo tanto, se resolvió sin problemas.

Los niños no se disculparon al final.

No obstante, la madre no prosiguió con el tema. Ella quedó muy satisfecha con los beneficios que le había ofrecido el director, el cual era una entrada al parque de diversiones con todos los gastos pagados para esta visita.

La madre felizmente cargó a su hijo y se fue.

Después de que el director se ocupó de la mujer y el niño, se secó el sudor y miró al personal de trabajo.

“En el futuro, esta familia estará en nuestra lista negra. No hay que dejarlos entrar de nuevo”.

"Sí, Señor".

El director volteó la cabeza y mostró una sonrisa.

“Por favor, síganme a la oficina. El Señor Sloan los está esperando allá”.

Chatty estaba emocionada y salió corriendo con Fischer.

Levi frunció el ceño y miró a Michael.

"Hermano Mayor, ¿por qué el Tío Clayton no vino aquí?".

Michael lo miró y levantó las cejas.

“¿Por qué usarías un machete para matar un pollo? ¡Todavía eres demasiado joven para entender!”.

"Oh".

Solo Chance dudaba en ir.

Después de todo, este problema surgió por su culpa, pero el padre de Chatty no lo había invitado.

Chance estaba dudando si ir o no cuando Levi se acercó y tomó su mano.

“¡Chance, ven con nosotros! Mi tío es muy gentil y amable. ¡A él también le gustan los niños!”.

Chance asintió pesadamente al escuchar esto.

Clayton estaba esperando en la oficina del director, luciendo casual y relajado.

No se molestó en pelear con una arpía en persona.

Sin embargo, tampoco quería que su preciosa hija fuera intimidada.

Por lo tanto, Clayton vino y esperó en persona.

La puerta se abrió.

Chatty entró corriendo con una brillante sonrisa y se tiró a los brazos de Clayton. Su olor a leche llenó las fosas nasales de Clayton.

"Papá…".

Clayton no pudo evitar sonreír y ponerla en su regazo.

“¿Quién es esta pequeña alborotadora? ¡Papá y Mamá estábamos tan preocupados porque te escapaste!”.

Chatty señaló al grupo detrás de ella.

“¡Hermanos!”.

Clayton no los culpó. Solo miró a Michael y dijo con una sonrisa: "Te dejaré ir por hoy porque defendiste a tu hermana".

No culpaba a Michael por su comportamiento impulsivo ya que solo lo hizo por Chatty.

¡Fue bien merecido!

Michael sonrió. “¡Estoy eternamente agradecido!”.

Finalmente, cuando Chance entró, los ojos de Clayton se entrecerraron ligeramente.

Clayton se volteó para mirar a Fischer y le hizo señas.

“Vamos, Fischer. Eres el niño más obediente y honesto, entonces dime quién empezó primero. Prometo no culparlos a todos”.

Fischer sonrió y pensó: '¡Por supuesto! El Tío Clayton es tan gentil y amable. Es el papá con mejor temperamento’.

El niño corrió obedientemente y abrazó el brazo de Clayton, actuando como un niño mimado.

“Alguien lo empujó a él y Chatty lo ayudó valientemente”.

Los ojos de Clayton parpadearon. Inmediatamente, se dio cuenta de lo que sucedió.

Todo era tan claro como el día.

Los ojos oscuros de Clayton recorrieron a Chance.

Chance inconscientemente bajó la cabeza, luego volvió a levantarla y miró a Clayton.

"Lo siento".

Su voz era tierna y ronca como si no estuviera acostumbrado a hablar, pero hizo lo mejor que pudo.

Clayton frunció el ceño ligeramente y volvió a levantar las cejas.

“Lo dejaré pasar esta vez. Chance, si te intimidan en el futuro, no esperes que una señorita te defienda. Tienes que ser más responsable”.

El rostro de Chance instantáneamente se puso roja como un camarón cocido. Su cabeza se sentía caliente mientras asentía.

Él apretó los puños en silencio y pensó: '¡Definitivamente me volveré más fuerte para poder proteger a Chatty!'.

De esa manera, Sean irrumpió y arruinó su vida pacífica y ordinaria.

Las personas que trajo con él destrozaron todo lo que vieron. Todo lo que Yvette y Lance arreglaron cuidadosamente en casa fue destruido.

Sean parecía estar usando su propia manera de destruir la vida de Yvette.

Lance era experto en artes marciales, pero aún estaba en desventaja comparado con las personas que había traído Sean.

Sin embargo, Lance se negó a suplicar clemencia, especialmente frente a su esposa.

Lance estaba decidido a que su dignidad no fuera pisoteada.

No obstante, cuanto más respondía y se resistía Lance, más despiadados eran los subordinados de Sean.

Ellos golpearon cada vez más fuerte mientras atacaban a Lance como si quisieran romperle los huesos.

Al final, Yvette no pudo evitar colapsar.

Se arrodilló y suplicó clemencia. Le rogó a Sean que le perdonara la vida a Lance.

Sean finalmente tenía una mirada de suficiencia en su rostro.

Estaba feliz de que su vanidad finalmente estuviera satisfecha.

Sin embargo, en el segundo en que Sean bajó la guardia, Yvette corrió frenéticamente a su habitación y cerró la puerta. Ella sacó su teléfono de repuesto en la mesita de noche e hizo una última llamada de ayuda.

Yvette solo logró terminar una oración por teléfono cuando derribaron la puerta.

Sean entró como un fantasma acechándola. Sus ojos eran fríos y oscuros.

Se acercó a Yvette, le quitó el teléfono de la mano y lo apagó frente a ella.

Sean disfrutaba de la mirada de pánico de Yvette y estaba de buen humor.

El cuerpo de Yvette tembló.

“Sean, ¿qué estás tratando de hacer? Me arrodillaré y me disculparé contigo, ¿de acuerdo?”.

Sean se acercó a ella paso a paso mientras la miraba fijamente.

"No".

Sean era un hombre diferente al de antes.

En el pasado, su alma anhelaba la libertad, pero él era un hombre incompetente que anhelaba el poder.

Sean tenía un matrimonio de conveniencia y una aventura extramatrimonial. Aun así, él había estado luchando durante la mitad de su vida.

Sin embargo, él exudaba un escalofrío aterrador en ese momento.

Sean era solo piel y huesos, pero aun así era extraordinariamente fuerte.

La luz intimidante en sus ojos lo hacía parecer un lobo solitario y hambriento.

Él estaba aquí por venganza.