La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2138

Sean atrajo la atención de todos. Algunas miradas eran de envidia, mientras que otras eran comedidas o respetuosas.

Sin embargo, todas tenían una cosa en común: miedo.

La multitud le abrió paso conscientemente a Sean.

Sean no saludó a nadie y se dirigió al fondo.

Tate, quien iba vestido más formalmente que de costumbre, se acercó a Sean y saludó con la cabeza a la pareja.

"Jefe, el viejo amo lo espera dentro".

Sean asintió y entró de la mano de Yvette.

Yvette no sentía curiosidad por ese "viejo amo" y pensaba que lo más probable es que fuera un jefe de la mafia. Cuanto más supiera Yvette, más peligro correría.

Sin embargo, se veía obligada a conocer quién era el viejo amo en ese momento.

Yvette no quería que los demás vieran que estaba nerviosa, por lo que debía seguir portándose con calma.

Mantuvo una leve sonrisa en su rostro mientras seguía a Sean.

Detrás del divisor había un amplio y lujoso salón.

Cuando entraron, un anciano autoritario con una cabeza de pelo blanco y una barba blanca estaba sentado en el centro. Su sonrisa era más aterradora que su rostro serio.

Su aspecto era tan intimidante que una mirada severa suya podía dejar a uno sin palabras.

El anciano llevaba un traje de raso blanco y sostenía un colgante de jade blanco.

Cuando los vio entrar, su expresión se volvió visiblemente más grave y fría.

El salón se volvió instantáneamente frío y sombrío, tanto que Yvette pudo sentir escalofríos por todo el cuerpo.

Eso era porque Yvette nunca había estado en una situación así.

Sean estaba muy tranquilo mientras se acercaba, sonreía y se inclinaba respetuosamente.

"Feliz cumpleaños, Viejo Amo".

El viejo amo miró a Sean con cierto aprecio y asintió con satisfacción.

"Sean, hace tiempo que no me visitas. He oído que es por una mujer".

Sean sonrió con naturalidad y tomó la mano de Yvette.

"Mis disculpas, Viejo Amo. Esta es Yvette".

Yvette se paró allí inmóvil.

Ella nunca se inclinaría ante un criminal ni le desearía un feliz cumpleaños.

Yvette había sido mimada toda su vida, por lo tanto era intrínsecamente arrogante y no se asustaría ni se inclinaría fácilmente ante nadie.

Sean pareció un poco sorprendido por la reacción de Yvette.

Sin embargo, sonrió rápidamente y no le pidió que hiciera nada más.

Se limitó a mirar al anciano y a asentir en señal de disculpa.

"Viejo Amo, ella no sabe mucho, así que por favor no la culpes".

El anciano miró a Yvette durante unos segundos con una mirada tan compleja que los demás no pudieron descifrar su significado.

La expresión fría y rígida de su rostro era indescriptible.

Todos pensaron que el viejo amo estaba enfadado, especialmente el Señor Cash, quien estaba ahí para ver un buen espectáculo.

El Señor Cash dijo con una sonrisa: "El viejo amo lo ha visto todo. Sean, todavía eres demasiado joven. Si no sabes cómo entrenar a esa mujer, deberías dejarla con el viejo amo...".

La expresión de Sean cambió ligeramente. Antes de que pudiera hablar, el viejo amo le gritó al Señor Cash: "¡Cállate la boca!".

La expresión del Señor Cash cambió y se levantó inmediatamente.

"Viejo amo, yo...".

No esperaba que el viejo amo reaccionara con tanta fuerza a sus comentarios.

A los ojos de los demás, esto era una muestra del creciente favoritismo del viejo amo hacia Sean.

Sean también se sorprendió un poco, pero rápidamente recuperó el sentido común.

Miró al viejo y dijo con una sonrisa: "Viejo amo, no se enfade. Ya sabe cómo es el Señor Cash. Seguramente no lo decía en serio".

Sean no la miró.

Se limitó a mirar fijamente al anciano y dijo con seguridad: "Además, nadie me ha encontrado hasta ahora, así que ¿de qué debería tener miedo? En el peor de los casos, tiraré el cadáver de una mujer al río para que piensen que es Yvette".

El viejo amo frunció ligeramente el ceño, como si no estuviera de acuerdo con lo que decía Sean, pero no le llevó la contraria.

El anciano levantó los ojos y miró a Yvette. Aquella mirada no era ni lasciva ni cariñosa.

Simplemente era muy tranquila.

"Sean, envíala de vuelta".

La voz del anciano era rotunda.

Incluso Yvette se sorprendió.

Miró al anciano con incredulidad.

El viejo amo ocultó su determinación y su severidad.

Se limitó a mirar a Sean con calma y le ordenó.

El rostro de Sean era frío mientras reprimía sus emociones.

"Viejo amo, ¿puedo preguntar por qué?".

El anciano lo miró y luego le lanzó una mirada a la multitud.

La multitud, incluido el Señor Cash, tuvo el tacto de retirarse.

Hubo silencio en el aire.

El viejo amo permaneció callado durante mucho tiempo.

Después de un rato, dijo solemnemente: "Siempre hemos trazado una línea clara en nuestra línea de negocio. Los empresarios como ella ganan dinero limpio mientras nosotros ganamos dinero sucio. Ambas partes nunca cruzarán la línea. Yvette es la heredera de Corporación Quimbey y la esposa de Lance Sheldon. Ahora has ofendido a dos familias acomodadas a la vez. ¿Sabes lo que esto conlleva?".

El anciano sonaba sabio, frío e inexplicablemente enfadado.

"Sean, puedes hacer lo que quieras con una mujer normal, pero no puedes elegirla a ella. Ahora, los Quimbey y los Sheldon han unido fuerzas con los Stanton y los Ferguson para iniciar una investigación exhaustiva. Han usado casi todos los contactos y autoridades de Atlanta. Algunos de nuestros negocios también se han visto afectados por esto. Sean, ¡estás jugando con fuego!".