La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2166

El Señor Loubon se quedó allí con una expresión pesada y no emitió ningún sonido.

El Viejo Amo le había dado el poder que había acumulado a lo largo de los años a Sean, quien se atrevió a tomarlo.

Sean pensó que tenía el dominio de toda la red y los recursos del Viejo Amo, pero esos eran solo sus pensamientos vanos.

Después de que el Viejo Amo descargó su ira, volvió a llamar a ese número.

Él sonaba culpable y ansioso mientras decía: “Él se la llevó. Fue mi culpa, entonces buscaré una manera de salvarla. No te preocupes. ¡Dije que la salvaré y traeré a Yvie de vuelta a salvo incluso si tengo que sacrificar mi vida!”.

Al final, el rostro del anciano se puso rojo.

La persona en el teléfono dijo algo que hizo que el Viejo Amo se apretara el pecho. Él no podía recuperar el aliento y su teléfono cayó al suelo.

El Señor Loubon inmediatamente se acercó y tomó el teléfono.

Para entonces, la otra parte ya había colgado.

De repente, había una conmoción afuera.

Un subordinado entró y les informó: “El Señor Cash está aquí”.

El Señor Loubon frunció el ceño y estaba a punto de decir algo cuando el Viejo Amo recuperó la compostura y lo miró.

"Ve. Sé lo que él quiere hacer. Déjalos pelear entre ellos y haz que él traiga a Yvette de vuelta”.

El Señor Loubon hizo una pausa, luego se dio la vuelta y se fue a dar las órdenes.

Cuando el Señor Loubon salió, sonrió y dijo: “Señor Cash, ¿qué haces aquí a esta hora?”.

El Señor Cash se rio entre dientes.

“Escuché que Sean se llevó a la mujer del Viejo Amo. ¿Acaso soy el tipo de persona que simplemente se sienta y observa? Sean cree que ahora es invencible y no respeta a nadie. ¡Si no le damos una lección, no sabrá quién es el verdadero jefe! ¡Ni siquiera puede cumplir su palabra, lo cual demuestra que no se toma en serio al Viejo Amo en absoluto!”.

El Señor Loubon suspiró y parecía impotente.

"Cierto. También le dije al Viejo Amo que Sean es un riesgo. ¡No es que no esté dispuesto a separarse de una mujer, pero él claramente solo está abofeteando al Viejo Amo en la cara!”.

El Señor Cash estaba de acuerdo y mantenía el mismo odio contra Sean.

“Sí, no deberíamos tolerarlo. Se está pasando de la raya ahora que tiene un poco de poder. Loubon, somos los subordinados leales del Viejo Amo por tantos años, por lo tanto, debemos ser acreditados por nuestros esfuerzos y lealtad. ¿Cómo podemos simplemente sentarnos a ver cómo ese mocoso intimida al Viejo Amo? ¡Es simplemente absurdo!”.

El Señor Loubon asintió con la cabeza. Llevó al Señor Cash a un rincón y dijo en voz baja: “El Viejo Amo no está de buena salud últimamente. Si le cuentas esto, es posible que se sienta aún más incómodo. ¿Por qué no haces esto por él? Seguramente te lo agradecerá cuando se entere más tarde”.

Los ojos del Señor Cash se iluminaron, pero también estaba un poco preocupado.

“Yo también pienso lo mismo, pero temo que el Viejo Amo piense que me estoy entrometiendo en sus asuntos. Sabes cuánto odia que sus subordinados interfieran en sus arreglos”.

El Señor Loubon sonrió y dijo con confianza: “Esta vez es diferente. Si el Viejo Amo no le muestra quién es el verdadero jefe, ¿cómo podría obtener una posición establecida en este negocio? No podemos permitir que un joven le quite los logros de toda la vida al Viejo Amo, ¿verdad?”.

El Señor Cash asintió con la cabeza.

Se sentía como si hubiera sido rejuvenecido y se sentía muy emocionado.

“Entonces deberías calmar al Viejo Amo. ¡No me quedaré sentado mientras veo cómo nuestro negocio cae en manos de Sean! ¡Definitivamente recuperaré lo que es nuestro!”.

El Señor Loubon asintió y dijo con calma: “¿Qué tal esto? Después de matar a Sean, quédate allí y toma el control de la situación por el momento. Cuidaré tu negocio aquí. El Viejo Amo no será tan calculador contigo, pero tienes que traer de regreso a la Señorita Quimbey para hacerlo feliz”.

El Señor Cash sonrió significativamente.

"¡Está bien, no hay problema!".

El Señor Cash no sabía que el Viejo Amo se sentía aún más atraído por las mujeres cuanto más mayor era.

Sin embargo, esto era para lo mejor. Lo que el Señor Cash quería era el poder de Sean.

¡En cuanto a las mujeres, el Viejo Amo podía tener tantas mujeres como quisiera!

El Señor Cash se alejó. Detrás de él, los ojos del Señor Loubon gradualmente se volvieron fríos mientras se daba la vuelta para entrar.

El Viejo Amo recuperó la compostura y abrió lentamente los ojos. "¿Se fue?".

El Señor Loubon asintió. “Cash tiene un temperamento feroz. Creo que no regresará con un fracaso".

El Viejo Amo se rio entre dientes. “Él no podrá derrotar a Sean”.

"Entonces, ¿por qué…?".

El Viejo Amo lo miró. “Él ha estado contactando a personas de afuera en privado con demasiada frecuencia últimamente, entonces tengo que darle una lección. También quiero hacerle saber a Sean mi postura”.

El Señor Loubon parecía tenso. Él asintió con una expresión solemne.