La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2170

Yvette escuchó la conversación en el piso de arriba y sonrió en silencio. Ella siguió haciendo la sopa con la cabeza hacia abajo.

Después de un momento, el cocinero, Farley, entró, la miró y sonrió.

“¡Huele tan delicioso! Si el jefe se entera de que tú preparaste esto, estará tan feliz que se comerá hasta el tazón”.

Yvette sonrió gentil y culpablemente mientras reprimía las complejas emociones en su corazón.

“Él está herido por mi culpa, por lo tanto, esto no es nada”.

El cocinero asintió con la cabeza.

"Escuché eso. Aunque el jefe usó métodos violentos para traerte aquí, eso es porque no puede olvidarte. ¡Señorita Quimbey, si lo tratas mejor, él te protegerá con su vida!”.

Los ojos de Yvette parpadearon. Ella lucía frágil y triste.

"Olvídalo. Todo está en el pasado. Estamos a la par ahora. Sin mencionar que no puedo regresar aunque quisiera. Es vergonzoso para la familia Sheldon si las personas se enteran de que he pasado por esto, entonces ellos no querrán que yo regrese. ¿Qué más puedo hacer entonces?”.

El cocinero suspiró con pesar y dijo: “Sí, Señorita Quimbey. En realidad, eres una persona inteligente. ¡Aunque nuestro negocio no es glorioso, al menos nadie puede intimidarte aquí! El jefe te dará lo que quieras. Solo le falta una pareja, entonces ustedes dos deberían estar juntos. ¿No es genial? Sabes que nuestro negocio no está permitido en Mediania, pero ahora que estamos en el extranjero, nadie puede controlarnos. ¡Somos libres de hacer lo que queramos!”.

El cocinero trató de convencer a Yvette y le pidió que se sentara mientras él cocinaba.

Él solo quería estar más familiarizado con la mujer del jefe y no estaba preocupado de que ella envenenara al jefe.

Después de todo, Sean estaba al tanto de todos sus movimientos. Ella no estaba familiarizada con este lugar, por lo tanto, incluso si quería envenenar a Sean, no podría obtener el veneno.

Yvette lo miró significativamente y sonrió.

“Sí, solo estoy preocupada por él ya que está en un negocio tan peligroso. Tengo miedo de que algo suceda en el futuro. Mira a Tres, se murió tan repentinamente”.

El cuerpo de Farley se puso tenso. Él parecía un poco triste.

Sin embargo, recuperó el ánimo y dijo: “Tres fue demasiado impulsivo. Él murió tan joven. Él era el subordinado de mayor confianza del jefe, por lo tanto, el jefe definitivamente estará triste”.

Yvette levantó las cejas y permaneció en silencio durante unos segundos antes de volver a hablar.

“¿Dónde está la mujer que estaba con Tres? No la he visto por ahí. ¿Está descansando?”.

El cocinero hizo una pausa. Él vio que la sopa estaba lista, entonces rápidamente sirvió dos tazones y los puso en la bandeja.

Él sacó algunos aperitivos locales del refrigerador y los puso en un plato mientras decía con pesar: "Tate acaba de enviarla de regreso a su ciudad natal".

Yvette hizo una pausa. “¿De vuelta a Mediania?”.

El cocinero sacudió la cabeza. “Esa mujer es de aquí aunque se parezca a nosotros, y ha estado mucho tiempo con Tres. Antes de que Tres trabajara para el jefe, fue incriminado por asesinato. Esta mujer fue la única que no lo abandonó. Han sido casi diez años desde que no ha regresado a casa. Ya que Tres está muerto, no podemos mantenerla aquí. Después de todo, ella no tiene nada que ver con nuestro negocio. Tate le dio algo de dinero y la envió de regreso a su ciudad natal para que pueda vivir una buena vida. Mira, no somos tan despiadados y de sangre fría como imaginabas, ¿verdad?”.

Farley la miró con una sonrisa.

Yvette también asintió con pesar.

Lo que le sucedió a esta mujer fue realmente inesperado.

Esa mujer experimentó tantos eventos intensos en la última década. ¿Todavía podría regresar a su pueblo para vivir una vida mediocre?

Yvette pensó: 'Olvídalo. Eso no es asunto mío’.

Alguien gritó arriba.

"Señorita Quimbey, el jefe quiere verte”.

Yvette levantó la cabeza, sonrió, se puso de pie y caminó hacia arriba con la bandeja.

A través de esta conversación, Yvette dejó una cosa en claro.

Este cocinero, Farley, parecía ser el personal más inútil aquí, pero era el más leal a Sean y sabía muchas cosas.

Yvette sabía que no debía subestimar a Farley.

La única persona en la que podía confiar era Tate.

Cuando Yvette entró en la habitación, todos se fueron uno tras otro.

Ellos eran demasiado ruidosos y hablaban con Sean sin parar.