La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2205

La familia Stanton lo tenían todo: amor y dinero.

Sin embargo, no derrochaban ni desperdiciaban nada.

Nicole frunció los labios. "Gracias, Papá. Subamos".

Floyd asintió.

Nicole fue a ayudarlo. Floyd había sido operado, por lo tanto, no era tan fuerte como antes. Él necesitaba un bastón para caminar.

En la oscuridad, Nicole se culpó a sí misma por ignorar demasiado a Floyd mientras estaba inmersa en su propio dolor.

Floyd estaba envejeciendo demasiado rápido.

Él ya no era la figura eternamente invencible como en su memoria.

De repente, Nicole empezó a llorar e, inconscientemente, se secó las lágrimas en las comisuras de los ojos.

Ella no debería pensar en terminar con su vida cuando algo malo sucedía.

Ella no era tan cobarde y patética, y debería ser más fuerte de lo que otros imaginaban que era.

Ella no vivía para un hombre.

Independientemente de si Clayton estaba vivo o muerto, Nicole debe vivir una vida plena y feliz.

Nicole quería acompañar a Floyd de regreso a su habitación, pero Floyd se detuvo en sus pasos.

“Te veré entrar. ¿No dijiste que no podías dormir porque escuchaste algo? Esperaré un rato antes de regresar a mi habitación para ver si alguien afuera está afectando tu sueño”.

La garganta de Nicole parecía estar bloqueada y se atragantó.

De repente, ella se apresuró a abrazarlo mientras sus lágrimas caían incontrolablemente.

“Papá, lo siento…”.

Ella realmente había querido terminar con su vida innumerables veces.

Chatty la salvó todas las veces, pero ni una sola vez fue por Floyd.

Obviamente, la persona que más la amaba en este mundo era Floyd.

Cuando tenía dolor, solo Floyd podía empatizar con ella.

Sin embargo, cuando pensaba en los momentos en que quería rendirse por Clayton, ella no pensó en nadie más.

Si eso sucediera, Floyd estaría devastado.

Su descuido la hizo sentirse molesta consigo misma.

Ella tenía tanta gente a su alrededor dándole amor y esperanza, entonces, ¿cómo podía hacer la vista gorda ante ellos?

Floyd suspiró angustiado y le acarició la cabeza muy lentamente.

“No llores, Pequeña N. Eres mi hija más querida. Le prometí a tu madre cuidarte para siempre. Cada vez que estés triste, me avergonzaré de no haber estado a la altura de las expectativas de tu madre. Si ella estuviera aquí, te hablaría para que no estuvieras tan triste. Entiendo lo que estás pasando, pero no sé cómo decírtelo. El tipo de dolor de perder a tu pareja no desaparecerá por un tiempo. No quiero que te rindas por culpa de otra persona, pero tampoco quiero que vivas solamente por los demás. Tienes que vivir por ti misma…”.

Floyd se atragantó en la habitación silenciosa.

Parecía que se habían desencadenado innumerables emociones tristes.

Esa depresión persistió en la oscuridad.

Nicole no debía vivir para Clayton, Chatty o Floyd.

Ella debía vivir para sí misma.

En ese momento, Nicole tenía problemas para controlar sus emociones.

Ella ya no podía actuar como si nada estuviera mal.

Nicole había estado buscando razones para seguir adelante como si nada hubiera pasado.

Sin embargo, las palabras de Floyd fueron como un balde de agua fría derramado sobre su cabeza, despertándola por completo.

Nicole era como un animal atrapado en arenas movedizas.

Aunque la mitad de su cuerpo estaba afuera, aún así dejaba que las arenas movedizas la tragaran.

Ella pensaba que marchitarse lentamente le traería alivio, pero no era lo correcto.

Todos la estaban mirando y todos extendieron sus manos para levantarla.

Pero, ¿por qué ella se negaba a pedir ayuda?