La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2219

Nicole miró hacia abajo y sonrió a Chatty y Fischer.

"Entonces, ¿ustedes dos pueden cuidarse el uno al otro aquí?".

Chatty todavía estaba un poco molesta. Ella hizo un puchero y actuó mimada.

“Pero quiero que Mami se quede conmigo. Me asustaré cuando vea al monstruo…”.

Las comisuras de la boca de Nicole se torcieron. Ella miró a Chatty y dijo con impotencia: "No veamos esto si tienes miedo".

“¡Está bien, superaré mi miedo! Mami, puedes ir a la parte de atrás. ¡Soy una bebé valiente!”.

Chatty apretó los puños con fuerza.

La mujer a su lado no pudo evitar alabar a Chatty con una sonrisa.

"¿Ella es tu hija? ¿Cómo puede ser tan adorable? Se ve más pequeña que mi hija, pero puede expresarse tan claramente. Ella es muy inteligente...".

Nicole también estaba complacida con el cumplido ya que a todos les gustaba escuchar elogios de sus hijos.

Chatty sonrió y miró a la mujer.

"¡Gracias, Señorita! ¡Tu hija también es muy linda!”.

La mujer estaba asombrada de Chatty. Luego, miró a su propia hija, quien parecía estar a punto de llorar en cualquier momento cuando agarró su camisa y no le permitió irse.

Ella se sintió impotente.

Nicole sonrió y miró a Fischer.

“Entonces, ¿serás valiente, Fischer?”.

Fischer tomó la mano de Chatty y dijo: “¡No te preocupes, Mami! ¡Protegeré a Chatty!”.

"Eres un buen niño. Después de la obra, los llevaré a los dos a comer algo rico. Los observaré desde atrás. Recuerden seguir las reglas que darán más adelante…”,

les recordó Nicole, luego Fischer y Chatty asintieron con la cabeza en respuesta.

No hacía falta decir que ellos también sabían de estas cosas.

Su maestra en casa y Clayton les habían instruido innumerables veces sobre estas cosas, por lo tanto, lo tenían presente.

La mujer miró a Nicole con gratitud.

"Muchas gracias. Me siento muy mal por esto. ¿Los invito a cenar más tarde?”.

Nicole sacudió la cabeza y dijo con una sonrisa: “Está bien. Somos Medianenses, por lo tanto, deberíamos ayudarnos unos a otros. ¿Dónde está tu asiento?”.

La mujer rápidamente sacó el boleto de su bolsillo y Nicole hizo un intercambio con ella.

En solo unos minutos, el lugar estaba casi lleno.

Su asiento estaba en la parte de atrás, el penúltimo asiento cerca del pasillo.

Cuando ella caminó hacia atrás, vio que la fila de atrás también estaba llena excepto por el penúltimo asiento.

Sin embargo, ya había alguien sentado en el asiento más externo.

Esa persona le daba una sensación muy extraña.

El hombre vestía traje, anteojos de sol, una mascarilla y un sombrero comúnmente visto en Europa, el cual cubría la mitad de su rostro.

Mientras ella caminaba en esa dirección, era obvio que el hombre la había notado.

Por alguna razón desconocida, el hombre pareció tensarse por un momento.

Nicole se acercó, solo para darse cuenta que él sostenía un bastón en la mano.

Ella se paró frente a él, quien se quedó inmóvil.

Un sentimiento muy fuerte y extraño de repente surgió en el corazón de Nicole.

Su corazón latía con fuerza y ella sintió una indescriptible sensación de familiaridad.

Sin embargo, nadie aquí debería darle este sentimiento.

Nicole respiró hondo y dijo con voz tranquila: “Disculpa. Mi asiento está al lado del tuyo”.

Ella sostenía el tiquete arrugado.

El hombre levantó un poco la cabeza, la miró a través de sus gafas de sol y no dijo nada.

Él no se puso de pie para que ella entrara, en cambio, solo giró levemente su cuerpo para dejarla pasar.

Este tipo de comportamiento no era muy cortés, pero Nicole no siguió con el asunto.