Resumo de Capítulo 222 Tener un cerebro es algo bueno – Uma virada em La Heredera Divorciada Billonaria de Internet
Capítulo 222 Tener un cerebro es algo bueno mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de La Heredera Divorciada Billonaria, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Romance, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
Por un momento, el salón de banquetes se quedó en silencio.
Los que estaban viendo el espectáculo no esperaban semejante escena.
La bofetada de Eric fue despiadada. Había usado todas sus fuerzas.
No le importó que Ingrid era su hermana.
Ingrid yacía en el suelo y se tocó la mejilla que estaba caliente por la bofetada. Se sentía muy mareada porque esa bofetada había sido despiadada.
Su cuerpo estaba frío y tembloroso.
Ella no reaccionó por un momento.
Miserable, malvada, fea. Todas las palabras despectivas no eran suficientes para describir a Ingrid en este momento.
Las lágrimas de Ingrid corrían por su rostro en silencio mientras miraba con horror a Eric.
Los ojos de Eric mostraban una fuerte rabia.
Ella nunca antes había visto esa clase de emoción en los ojos de su hermano.
Ahora, esta ira estaba dirigida a ella.
En este momento, Ingrid recordó de repente la advertencia de su abuelo y de su hermano de que no se metiera con Nicole.
Su mente se quedó en blanco.
Ingrid sería abandonada por su familia.
¡Incluso podría ser expulsada de la familia Ferguson!
Las miradas burlonas, despectivas y furiosas de la multitud se concentraron en lo que antes era la orgullosa Señorita Ferguson.
Ingrid no tenía dónde esconderse.
El gran salón de banquetes estaba muy iluminado y animado.
La bofetada de Eric también fue bastante sonora.
Nicole frunció levemente los labios. No se molestó en seguir viendo el drama restante.
De todos modos, ella ya había terminado con lo que había venido a hacer.
“Ya que la verdad ha salido a la luz, me voy. Esta pequeña farsa no es tan interesante”.
Nicole agitó suavemente la mano.
Había una pizca de burla en las comisuras de sus labios.
"Señorita Ferguson, un cerebro es algo bueno que lamentablemente tú no tienes. Adiós”.
Nicole ya había sido muy misericordiosa al no haber soltado a Ingrid.
Si Nicole no hubiera reaccionado rápidamente, se habría caído del balcón.
Estaría lisiada o al menos gravemente herida.
Ingrid habría atraído a todos los invitados presentes a mirar a Nicole en toda su desdicha.
Nicole miró los ojos profundos de Eric que eran tan fascinantes y peligrosos.
No quería recordar cómo solía estar tan enamorada de esos ojos que ella no podía desprenderse de ellos.
La farsa de antes era tan ridícula.
Yvette miró a Nicole. "¿Me retiro?".
Ella solo miró a Nicole y no le importó la opinión de Eric.
Nicole enarcó las cejas. "No hace falta. De todos modos, no es nada vergonzoso”.
Las cejas de Eric se fruncieron levemente, pero pronto retomó su expresión habitual.
Su voz era suave y profunda cuando dijo: “Lamento lo que acaba de pasar. Me aseguraré de que ella aprenda la lección. Además, gracias por no soltarla”.
Eric sabía que aunque Nicole la soltara en esa situación, Ingrid se lo merecía.
Nicole, quien estaba en lo correcto, tenía todas las razones para soltar a Ingrid, pero no lo hizo.
Ingrid había intentado hacerle daño a Nicole tantas veces, por lo que Eric no esperaba que Nicole ayudara a Ingrid.
Nicole sonrió con encanto. Sus ojos brillaron intensamente con las luces.
"No hay de que. No soy tan descarada como tu familia”.
A Nicole siempre le gustaba usar la sonrisa más alegre para decir las palabras más frías.
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