Resumo do capítulo Capítulo 2232 No lo culpo de La Heredera Divorciada Billonaria
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La velocidad del elevador era lo suficientemente lenta como para que pudieran ver la escena de arriba a abajo.
Cuando bajaron, Nicole no vio el desierto ni el fondo marino que vio cuando entró por primera vez.
En cambio, vio el banquete en el piso inferior. Había muchos invitados hablando y riendo. Estaba muy animado.
Ellos podían ver lo que estaba sucediendo fuera del elevador, pero las personas de afuera no podían verlos.
Este también era uno de los pasajes secretos del crucero.
Eric estaba tranquilo porque ya había visto todo antes. Para él, esto era solo un truco para engañar a las personas.
Sin embargo, Nicole sonrió y dijo casualmente: “El Señor Shaw realmente es considerado”.
El mayordomo sonrió y repitió: “Lo es, de hecho. Señorita Stanton, este elevador puede ir directamente al laboratorio submarino que construyó el Señor Shaw usando una gran suma de dinero. Nadie sabría sobre el laboratorio submarino si no fuera por la ubicación del crucero. Las personas de afuera vinieron solo por diversión”.
Nicole asintió con la cabeza sorprendida.
¡El elevador del crucero fue directo al fondo del mar!
El laboratorio submarino era realmente algo que no debía subestimarse.
Sin embargo, Nicole no esperaba no poder ver el mundo submarino de afuera. Tampoco se sentía sofocada por estar bajo el agua.
El elevador se convirtió en una exposición de pintura al óleo que mostraba pinturas de fama mundial. La experiencia era tan fascinante como estar en un museo.
Nicole tenía que admitir que estaba muy complacida con esta recepción.
Ella no podía sentir la velocidad real del elevador bajando, pero ya que llegaron en menos de tres minutos, supuso que no era demasiado lento.
Sin embargo, ninguno de ellos sentía alguna incomodidad o ingravidez al bajar por el elevador, lo cual demostraba cuán alta tecnología y bien construido era el elevador.
De repente, Eric dijo desde atrás: “Señor Lieberman, ¿dónde trabajas?”.
Aunque Nicole odiaba el comportamiento interrogativo de Eric, no lo interrumpió precipitadamente.
Jeff hizo una pausa y lentamente curvó los labios.
Aunque su rostro estaba pálido y débil, sus ojos eran tan oscuros como el hielo.
"¿Trabajar? Nadie aceptaría a un empleado con discapacidad. Solo soy el amigo de Sebastian que tiene la suerte de asistir a este evento”.
Eric dijo: "No eres solo un amigo común para poder venir a este tipo de ocasiones, ¿verdad?".
"Señor Ferguson, si quieres conocer mis detalles, ¿por qué no se lo preguntas a alguien después de salir de aquí? Ya que no pareces creer lo que digo de todos modos”.
Jeff fue directo.
Él no fue cortés ni respetuoso con Eric.
Nicole empujó la silla de ruedas y miró hacia adelante con un rostro tranquilo.
El largo y espacioso pasillo hacía que este lugar pareciera misterioso.
Sin embargo, afuera no estaba completamente oscuro, por lo tanto, Nicole supuso que no estaban en las profundidades del mar.
Eso fue porque estaban familiarizados con los peces de varios tamaños que nadaban afuera. Los peces los miraban asombrados.
Nicole tampoco sentía ninguna molestia al respirar aquí.
Ella tenía fobia al mar debido a su experiencia pasada, pero ahora no tenía miedo en absoluto.
Por alguna razón, ella se sentía tranquila.
Al ver que su expresión era normal, el mayordomo se sintió aliviado.
Eric miró a Nicole con una mirada suave.
De repente, él vio un tiburón joven nadando hacia ellos y recordó algo.
“¡Nicole, mira! ¿A Michael no le gustaban los tiburones?”.
Nicole echó un vistazo. El tiburón no era demasiado grande, pero tampoco era exactamente adorable.
El tiburón se tragó el cardumen frente a él de un solo trago y los peces se dispersaron asustados.
Esta era la cadena alimenticia en el mar.
Nicole retiró la mirada y lo miró con indiferencia.
"¿Y entonces? ¿Vas a atrapar uno para que él se lo quede?”.
Eric se quedó sin palabras.
Él solo quería encontrar una excusa para hablar con ella.
Inesperadamente, la persona en la silla de ruedas se rio entre dientes.
Esto sonaba como una burla para Eric.
Nicole frunció los labios y consideró que había hablado demasiado agresivamente hace un momento.
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