La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2338

Mitchell se sorprendió.

"¿Ella fue golpeada?".

Selena tenía una lengua afilada y no parecía como si fuera a recibir una paliza sin luchar.

Sin embargo, Mitchell recordó lo gravemente herida que ella ya estaba. No había nada que pudiera hacer si no tenía fuerzas para defenderse.

Mitchell se calmó de inmediato y dijo: "Está bien, estaré allí".

Inmediatamente, dio la vuelta al coche y fue al hospital.

Justo cuando dudaba si llamar a Eric, éste lo llamó.

“Mi madre está enferma, entonces tengo que ir a verla. No me llames si no es urgente”.

Eric quería encontrar una excusa para irse y Quinn realmente estaba muy enferma.

Él había mandado a su gente que vigilara a Quinn. Al principio, Quinn todavía estaba haciendo un escándalo, pero se dio cuenta de que Eric no se comprometía, entonces dejó de hacer un escándalo.

El Viejo Amo Ferguson falleció e Ingrid fue enviada a un lugar desconocido.

Además, Quinn no tenía una buena relación con Charles, quien estaba postrado en cama, entonces no quería ser su cuidadora.

Quinn estaba muy sola y no podía salirse con la suya como antes. La diferencia en su estilo de vida la decepcionó mucho.

Incluso los sirvientes no esperaban que Eric fuera a visitar a Quinn en persona.

Mitchell respondió: “Por cierto, la Señorita Nelson sigue en el hospital…”.

Antes de que Mitchell terminara de hablar, Eric colgó el teléfono.

Presumiblemente, Selena Nelson no significaba nada para Eric, por lo tanto no quería saber nada de ella.

Mitchell no devolvió la llamada y fue rápidamente al hospital.

Si algo le sucedía a Selena, Eric inevitablemente estaría implicado, por lo tanto, Mitchell esperaba que Selena se recuperara rápidamente.

Sin embargo, Selena fue golpeada por su esposo, Derek Norton.

Cuando Mitchell llegó al hospital, Selena ya había salido del cuarto de urgencias.

La cuidadora caminaba con aprehensión en la puerta de la Unidad de Atención de Alta Dependencia y miraba hacia adentro con inquietud.

Mitchell se acercó. La cuidadora parecía aliviada y rápidamente dijo: “¡Señor Crawford, está aquí!”.

Mitchell asintió. "¿Qué pasó?".

La expresión de la cuidadora era tan complicada que era difícil de describir.

“Cuando estaba llevando a la Señorita Nelson para que se hiciera un examen hace un momento, nos encontramos a su esposo con una mujer que iba a hacerse una evaluación prenatal. La mujer pareció reconocer a la Señorita Nelson y dijo algunas palabras desagradables. La Señorita Nelson de repente se volvió loca y les arrojó algo. Para proteger a esa mujer, el esposo de la Señorita Nelson golpeó a la Señorita Nelson y la abofeteó sin piedad en la cara. Estaba muerta de miedo. Ese hombre realmente es atroz...".

Mitchell frunció el ceño mientras escuchaba la historia. El esposo de Selena era tan atrevido.

Una alianza matrimonial entre familias adineradas a menudo involucraba los intereses de ambas partes, por lo tanto, ambas partes generalmente tenían un acuerdo tácito para mantener un respeto superficial el uno por el otro en público.

Sin embargo, al enterarse cómo era con Selena y Derek, Mitchell pensó: ‘Con razón Selena no quería que le contáramos a su esposo y a su familia sobre su lesión’.

Si su esposo se enteraba, no la ayudaría. ¿Por qué era tan rígida su relación?

Mitchell sacudió la cabeza. No quería entrometerse en los asuntos de otras personas.

"Bueno. No le cuentes a nadie los asuntos personales de la Señorita Nelson y no te preocupes por ellos. ¿Qué dijo el doctor?".

“En ese momento, la Señorita Nelson parecía estar muriéndose, por lo tanto, los doctores la llevaron de inmediato al cuarto de urgencias. Pero salió pronto y ahora está bien...".

Mitchell estuvo confundido por un momento antes de entender lo que sucedió.

Selena estaba actuando.

¡Tenía experiencia!

Mitchell sacudió la cabeza. "¿Mencionó algo sobre reportarlo a la policía?".

“No, la Señorita Nelson no me dejó, pero creía que era mejor contarle”.

Mitchell asintió. “Sí, debes primero contarme sobre algo así. Llama a la policía si esto vuelve a suceder porque nos convertiremos en sus cómplices si algo realmente le sucede a ella”.

La cuidadora asintió a sabiendas.

Mitchell señaló la sala. "¿Está dormida?".

La cuidadora negó con la cabeza.

Mitchell pensó por un momento y se adelantó para tocar la puerta. Ya que estaba allí, no era de buena educación irse sin saludar.

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