La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2342

Había una leve sonrisa en los ojos del hombre.

Mitchell consideraba que Clayton era tan astuto como un zorro. Clayton podía ver a través de todo, pero no lo expuso.

Eric ciertamente estaba en desventaja.

Mitchell sentía lástima por su jefe.

Sonrió incómodamente y dijo: "Ya que no hay más nada, me iré".

Clayton levantó sus cejas.

"Seguro. No puedo caminar mucho, entonces no te acompañaré hasta la salida. ¡Por cierto, si quieres darme un regalo la próxima vez, recuerda enviarlo a mi oficina!”.

Mitchell se quedó sin palabras y huyó desesperado.

De todos modos, ese regalo ya estaba fuera de sus manos.

Después de que Mitchell se fue, Nicole salió de la oficina de Grant.

Ella abrió la puerta felizmente y miró al hombre adentro con una sonrisa.

"¿Nos vamos?".

Clayton levantó sus cejas. "¿Conseguiste pedir algo de tiempo libre?".

Nicole asintió.

Ella pidió un tiempo libre y se fue tan pronto como lo consiguió. Si Grant no hubiera apreciado su arduo trabajo durante este tiempo, nunca la hubiera dejado irse de vacaciones.

Clayton le hizo señas. "Ven a ver si te gusta esto".

Nicole frunció el ceño ligeramente y se acercó.

"¿Qué? ¿Un diamante tan grande?”.

Ella lo tomó en su mano, lo miró y volvió a guardarlo.

"¿Quién lo trajo?".

“Mitchell. ¡Él dijo que el Señor Ferguson me dio esto para celebrar mi regreso!”.

El corazón de Nicole se hundió un poco. Ella no sabía qué diablos estaba haciendo Eric dándole un diamante a un hombre.

Sin embargo, no dijo nada. “Guárdalo por ahora y envíalo de vuelta cuando la familia Ferguson tenga una celebración”.

Clayton levantó sus cejas. Estaba muy satisfecho con esta propuesta.

"De acuerdo, como gustes".

Después de que los dos empacaron, salieron.

Logan los vio irse y sonrió.

“¡Diviértanse, Presidenta y Señor Sloan!”.

Nicole respondió y Clayton asintió. Cuando Clayton pasó con su bastón, dijo: “Logan, gracias por tu arduo trabajo”.

Logan vio que Nicole parecía una persona diferente últimamente y se alegró por ellos.

La brisa fresca soplaba suavemente sobre su rostro. Incluso el aire olía dulce.

Nicole y Clayton subieron al coche. Ellos estaban a punto de dirigirse a la playa cuando recibieron una llamada de Chatty.

“Papá, estoy enferma y no puedo estar en clase. Quiero regresar a casa".

De repente, la expresión de Clayton se volvió tensa.

"¿Estás enferma? ¿Dónde sientes molestias? ¿Le dijiste a la maestra?”.

La voz de bebé de Chatty sonaba tan afligida.

“Me siento mal en todas partes. La maestra me dijo que aguantara, pero me siento mal”.

El corazón de Clayton se contrajo de repente.

"Espérame. ¡Papá te recogerá ahora mismo!”.

Él colgó el teléfono y miró a Nicole con preocupación.

Nicole lo miró con calma y sonrió. Levantó levemente los ojos y unos mechones de cabello cayeron sobre su piel clara y tierna. Ella se veía tan bonita y elegante.

¿Por qué Nicole estaba tan tranquila?

Clayton frunció los labios y tosió.

“La escuchaste, ¿verdad? Nuestra niña está sufriendo. ¿Deberíamos recogerla para ver a un doctor?”.

Nicole levantó sus cejas. "Está bien".

Clayton aún no entendía que esa era la nueva táctica de Chatty para salir de la escuela. A Chatty le gustaba ir a la escuela, pero después de un tiempo se aburría y quería salir de la escuela para jugar.

Por lo tanto, Chatty inventaba todo tipo de excusas.

Desde que Chatty faltó a la escuela, la escuela había aumentado esa seguridad, entonces no había posibilidad de que Chatty y Fischer volvieran a escapar.

Clayton frunció los labios y miró al conductor, quien inmediatamente encendió el motor del coche.

"¿Por qué no estás preocupada en absoluto?", preguntó sorprendido Clayton y le apretó la mano.

Nicole lo miró y sonrió significativamente.

"Espero que estés mentalmente preparado para aceptar que nuestra cita terminó".

Clayton estaba desconcertado. "¿Por qué? Iremos al doctor y, si no tiene nada, la llevaremos de regreso a la escuela”.

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