La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2347

Quinn frunció los labios.

“Las sirvientas que contrataste no están bien entrenadas. Se la pasan todo el día atendiendo a Chance. Si esto continúa, Chance se convertirá en un niño mimado…”.

Eric la interrumpió: “Entonces, ¿prefieres que ignoren a Chance y lo dejen valerse por sí mismo? ¿Así como tú cuando me arrojaste al extranjero para vivir solo en ese entonces?”.

Quinn se atragantó.

"Eso no fue lo que quise decir. Solo quiero cambiar un grupo de sirvientas. Yo misma cuidaré a Chance”.

Eric frunció los labios. Una agudeza apareció en sus ojos y su voz era fría.

“Cuidar a los niños es una tarea agotadora, entonces olvídalo. Deja que las sirvientas lo cuiden. Tú puedes simplemente descansar”.

El rostro de Quinn estaba sombrío.

“No me cansaré de cuidar a mi propio nieto. ¿Tienes miedo de que no pueda cuidarlo bien?”.

Eric la miró en silencio durante unos segundos. Su voz era un poco fría.

“Mamá, las sirvientas están cuidando bien a Chance y él se lleva bien con ellas. Todas son niñeras profesionales y especialistas en educación infantil”.

Después de que terminó de hablar, se dio la vuelta con la intención de subir las escaleras.

Sin embargo, Quinn se había molestado por lo que dijo.

"¿Profesionales? ¡Obviamente no me crees! Todavía me odias por esa p*rra de Nicole, ¿no? No solo a mí. ¡También odias a tu hermana! Somos tu familia. Mira a nuestra familia ahora. ¿A quién más tenemos? ¡Todo Atlanta se está riendo de la familia Ferguson, de nosotros! ¿No te importa la reputación de nuestra familia?”.

El rostro de Eric estaba frío. Él se aflojó el cuello de la camisa con indiferencia.

Sus ojos oscuros eran sombríos y helados.

“¿La reputación de nuestra familia? Has arrojado la reputación de nuestra familia a la cuneta, ¿pero quieres que me importe ahora?”.

La expresión de Quinn cambió mientras estaba parada allí conmocionada.

"Tú... Por fin lo estás admitiendo, ¿eh?".

“Nunca te he mentido. Si ustedes dos no hubieran tratado de lastimar a Nicole una y otra vez, la familia Ferguson no se habría derrumbado y yo no la habría perdido…”.

La voz de Eric era gélida y hacía temblar a Quinn.

En ese momento, Quinn no podía recuperar la compostura. Estaba sorprendida y no lo aceptaba mientras desahogaba su ira.

“Estás haciendo todo esto solo por una mujer. ¡Renunciaste a tu propia madre y hermana por culpa de esa p*rra! ¡Eres un ingrato! ¡Te crié por nada!”.

De repente, Quinn levantó la taza que estaba sobre la mesa y la arrojó hacia él.

Ella pensaba que Eric lo esquivaría, pero no lo hizo.

Él se quedó parado allí, erguido como un árbol de pino, mientras le sangraba la frente por el golpe. Él la miró sin moverse.

Sus ojos de halcón eran agudos sin el menor indicio de calidez. Estaban llenos de desilusión, soledad e indiferencia.

Quinn se sorprendió por su reacción.

Sin embargo, era demasiado tarde para darse cuenta de que ella había sido demasiado sensible.

Ella inconscientemente dio un paso adelante, queriendo ver su herida, pero Eric no le dio la oportunidad de acercarse a él.

Eric dio un paso atrás con frialdad.

Su tono era frío.

“Tú me diste a luz, pero no me criaste. Solo te traje de vuelta porque me diste a luz. Si estás molesta por eso, puedes irte de aquí é ir a la casa de mi papá”.

El rostro de Quinn se puso pálido en un instante.

"Tú...".

Quinn se había separado de Charles desde hace mucho tiempo. Charles solía pasar bastante tiempo jugando con otras mujeres, entonces, ¿cómo podría ella cuidarlo voluntariamente ahora que estaba discapacitado?

"¿Me estás amenazando?".

Quinn estaba furiosa.

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