La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2360

Resumo de Capítulo 2360 Testamento: La Heredera Divorciada Billonaria

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Selena escuchó lo que su tía dijo hace un rato.

Por lo tanto se sorprendió un poco por lo rápido que su tía cambió de actitud.

Lo consideró y no pudo evitar admirar el carácter de su tía.

Selena sonrió. "Voy a ver al abuelo".

"Tu abuelo está dentro. Se despertó hace poco y ha estado pensando en ti todo este tiempo. Llevas tres años fuera y aún así no nos has dejado saber si estabas bien. Hiciste que nos preocupáramos todos los días".

Al ver que su tía estaba a punto de empezar a charlotear de nuevo, Selena sonrió suavemente y fue directamente a la puerta de la sala.

"Entraré primero".

La actitud de Selena no era amistosa.

El rostro de su tía se oscureció y resopló fríamente.

"El viejo va a morir pronto, así que ¿quién más va a mimarla? Ponte en contacto con Derek inmediatamente y pídele que se la lleve. Por mientras, podemos hablar con él sobre su inversión en el siguiente proyecto".

La persona que estaba a su lado asintió.

Selena empujó la puerta y entró.

Había otras tres personas en la sala.

No reconocía a dos de ellos, y el otro era su tío.

La sala estaba inundada con un olor a medicina y desinfectante que hacía que el aire fuera rancio y sofocante.

Los tres vieron a Selena entrar y sus expresiones cambiaron ligeramente.

Su tío estaba sentado al lado de su abuelo y parecía desanimado.

De pie, Selena miró a la persona que yacía en la cama. Estaba viejo y arrugado. Su cuerpo se había reducido a piel y huesos. Parecía una hoja arrugada que estaba a punto de caerse de una rama muerta.

La máquina a su lado mostraba los latidos inestables de su corazón mientras emitía pitidos.

Selena sintió un escalofrío en la sala.

No se movió y estaba sumida en sus pensamientos sin mostrar ningún signo de tristeza o felicidad en su cara.

Su tío la quería regañar, pero después de pensárselo, se contuvo y dijo en voz baja: "¿Por fin viniste? Pequeña malagradecida... ¡Tu abuelo te quiso por nada!".

Selena siguió de pie indiferentemente. No dio un paso hacia adelante ni lo contradijo.

Sin embargo, sus ojos estaban apagados y había un silencio sepulcral.

Después de un rato, la persona que dormía en la cama se movió de repente y respiró con rapidez.

El rostro de su tío se llenó de alegría y se agachó rápidamente para decir: "Papá, ¿estás despierto? ¡Iré ahora mismo por el doctor!".

Justo cuando iba a buscar al doctor, el viejo abrió lentamente sus ojos nublados.

El viejo estiró su temblorosa mano y señaló a Selena, quien estaba ahí de pie.

Lo que quería era evidente.

Las otras dos personas se quedaron atónitas mientras miraban a Selena sombríamente.

Su tío se alejó del paso de mala gana mientras Selena se acercaba lentamente. Se paró firme y miró a aquel viejo extraño pero familiar con expresión tranquila.

El viejo solía ser bueno con ella, pero fue extremadamente despiadado.

La crió y la arruinó.

Por eso, ella no sentía ni gratitud ni odio por él.

Su corazón estaba en conflicto.

El viejo se le quedó mirando por unos segundos.

Ninguno de ellos habló.

Finalmente, el viejo hizo un gesto con la mano para hacerle saber a los demás que dejaran la sala.

La cara del tío era confusa y extrañada. "Papá...".

El viejo respiró hondo e hizo un gesto para que se fuera.

El tío apretó los dientes de mala gana y le advirtió a Selena: "No te hagas ilusiones. Lo que sea que diga tu abuelo no cuenta por qué no está en sus cinco sentidos. No lo tomaremos en cuenta".

Selena frunció ligeramente el ceño. Aún no entendía qué significaban estas palabras.

Pronto lo entendería.

Su tío salió con las otras dos personas y cerró la puerta de un solo golpe.

El único sonido que quedaba en la sala era el de los pitidos de los equipos médicos.

Selena miró al viejo tumbado en la cama con una mirada complicada.

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