Resumo do capítulo Capítulo 2377 Ladrona do livro La Heredera Divorciada Billonaria de Internet
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"¿Q-Quieres que vaya...?".
Quinn entró en pánico.
Sus amigas plásticas la miraron con sorpresa. Quinn rápidamente recompuso su expresión, se dio la vuelta con una sonrisa y les dio la espalda.
"¿No quedaría expuesta si voy?".
Quinn ya lo estaba. Su hijo la trataba como menos y su estatus en la familia Ferguson iba en picada.
Si Eric se enteraba de que ella quería matar a Nicole, podrían ser echadas de la Villa Ferguson.
Al fin y al cabo Eric no era una persona amable ni sentimental.
Por eso, Quinn inconscientemente se resistió a la idea y le entró el pánico.
El hombre pausó. Pensaba que la cobardía de Quinn era absurda y dijo con indiferencia: "No te preocupes. Dañé las cámaras de seguridad, así que nadie te verá. ¿A quién más puedes mandar? Estoy seguro de que tu hijo los compró a todos. Puedes disfrazarte y entrar por la escalera de incendios. Nadie te verá. Entonces, lleva el coche de Nicole a un lugar remoto y déjalo ahí. Para cuando la familia Stanton se enterara, Nicole ya estaría muerta. ¿Quién pensaría en el otro coche en ese momento?".
El hombre estaba tratando de convencer a Quinn, quien se sintió emocionada por su sugerencia.
Sus ojos parpadearon levemente. A lo mejor ésta era una oportunidad perfecta.
Quinn no tenía un ayudante antes, pero ahora sí.
El hombre agregó: "Esta es tu última oportunidad. Me están vigilando, así que no puedo regresar a Atlanta. ¡Depende de ti si vas o no!".
Después que terminó de hablar, colgó el teléfono.
Quinn se quedó de pie helada.
Bajó el teléfono lentamente y no pudo calmarse por un largo rato.
Quinn caminó lentamente hacia la mesa.
Su mente estaba en un trance.
La señora a su lado le sonrió y le entregó su teléfono, el cual tenía la foto de una joven.
"¡Señora Ferguson, mira! Esta es mi sobrina. Acaba de regresar de estudiar en el extranjero. Es una chica obediente. ¿No es bonita?".
No queriendo dejarse opacar, otra señora sacó la foto que tenía preparada hace tiempo.
"Esta es mi hija. Es muy hermosa. Y lo que es más importante, se graduó en una prestigiosa universidad en el extranjero, ¡y aún no ha tenido novio!".
Otra mujer sacó rápidamente una foto.
"Esta es mi hija menor que acaba de ganar un premio en un concurso de baile en el extranjero...".
......
La mente de Quinn estaba en blanco al mirar las fotos que tenía frente a ella.
Al escuchar a estas mujeres presentar entusiasmadamente a sus hijas, Quinn entendió por fin por qué había sido invitada a jugar a las cartas hoy.
Parecía que ellas tenían otro plan.
Quinn se había sentido inquieta, pero poco a poco se fue calmando.
Vio las tres fotos que tenía enfrente. Todas eran jóvenes y hermosas.
También tenían algo en común: todas se veían parecidas a Nicole.
Quinn tomó la foto más reciente y la miró fijamente. Sus ojos eran siniestros.
‘Esa p*rra nunca me dejará en paz’.
Aunque Eric se volviera a casar, ¿cómo Quinn iba a aguantar todos los días a una nuera que se parecía tanto a Nicole?
¿Alguna vez podría ser feliz?
La estaban fastidiando intencionadamente.
El rostro de Quinn se fue tornando pálido, sombrío y helado.
La rica señora sonrió feliz mientras levantaba el celular con la foto de su hija menor.
"Señora Ferguson, mira. Ella es bien educada y puede hacer los quehaceres de la casa. También puede ayudar en la carrera de Eric. Eric lleva mucho tiempo soltero. No es bueno que no tenga a alguien que lo cuide. ¿Por qué no buscamos un momento para que se conozcan?".
Las otras no querían perder.
"¡Mira a las mías! ¡Mis hijas también son hermosas!".
"¡Así es! Mi sobrina es muy paciente con los niños. Cuando supo que el Señor Ferguson tenía un hijo, ¡se puso tan contenta!".
Algunas personas estaban dispuestas a ser madrastras con tal de conseguir lo que querían.
Sin embargo, Quinn no reaccionaba para nada. Simplemente miró con desdén y frialdad a las personas que tenía enfrente.
"¿Acaso todas estas chicas se operaron?".
Sus expresiones eran poco naturales.
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