La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2436

Las personas alrededor jadearon con sorpresa y miraron a Cindy con ojos complicados.

Cindy ya no se sentía tranquila.

La acusación de Hannah hizo que ella entrara en pánico. Esto era inesperado.

La tez de Cindy estaba sombría.

Sin embargo, muchas personas la miraban fijamente y, después de todo, Cindy no era una señorita buena para nada.

Cindy había pasado por muchas cosas, entonces, esta situación no la intimidaba.

Mientras entraba en pánico, ella soportó el frío y se puso de pie temblando. Miró a Eric con paciencia y ojos afligidos, sin el miedo y el pánico que sentía en ese momento.

"Señor Ferguson, si este es tu objetivo, entonces lo has logrado. Solo un tonto creería las falsas acusaciones de esta mujer contra mí. No sé dónde la encontraste y por qué hiciste que ella dijera esas cosas. Pero en realidad acabo de salvar a Chance. Todos lo vieron. Señor Ferguson, si insistes en creer las palabras de esta mujer, entonces no tengo nada que decir. Vine aquí hoy solo para celebrar el cumpleaños del Joven Amo Chance. Lamento que todos tuvieran que verme así. No creo que haya ninguna necesidad de que me quede más tiempo. Señor Ferguson, si tienes suficiente evidencia, puedes ir a la policía en lugar de solo escuchar la historia unilateral de esta mujer”.

Cindy miró fríamente a Hannah, lo cual hizo que Hannah se estremeciera.

Hannah se sentía culpable y le tenía miedo a Cindy, pero le tenía aún más miedo a Eric.

El dolor severo en su barbilla en ese momento claramente agitaba cada nervio de su cuerpo.

Por lo tanto, Hannah no podía ser obstinada para simplemente proteger a Cindy.

No tuvo más opción que traicionar a Cindy.

Cindy respiró hondo y sentía que había terminado aquí, entonces se dio la vuelta y entró a la mansión.

Aunque quería irse, no podía irse en un estado tan miserable.

Cindy quería cambiarse de ropa y salir decentemente.

De lo contrario, parecería la culpable.

Todos se miraban entre sí confundidos.

Mitchell miró a Eric, quien se veía sombrío y serio. Estaba claro que Eric no estaba de buen humor.

Los hechos estaban justo enfrente de ellos.

Era mejor si Cindy lo admitía.

Pero por otra parte, que Eric la perdonara era otro asunto.

Sin embargo, Cindy se negó a admitir su error, lo cual hacía que esta situación fuera más incómoda.

Mitchell también sabía que no era bueno presionar demasiado a Cindy en ese momento.

Después de todo, Cindy era la hija de su socio comercial. Con tantas personas en el círculo empresarial mirando, era fácil causar malentendidos si la situación no era clara.

Mitchell dio un paso adelante y se paró al lado de Eric.

"Señor Ferguson…”.

Eric miraba con frialdad en la dirección en que se fue Cindy.

"Llama a la policía".

Después de hablar, Eric se dio la vuelta para irse.

Mitchell hizo una pausa, asintió, miró a las personas que lo rodeaban y dijo con una sonrisa: “Todos, perdónennos por esta situación inesperada. Si quieren, pueden quedarse el resto de la fiesta. Por favor, siéntanse como en casa”.

Él asintió, luego miró al guardaespaldas detrás de él y dijo en voz baja: "Llama a la policía y espera a que vengan antes de entregarla".

"Sí, Señor".

No todos sospechaban de Cindy, por lo tanto, para ellos parecía que Eric se estaba pasando de la raya.

Después de todo, Cindy sonó tan afligida hace un momento.

No obstante, al ver la situación ahora, todos temían que Eric tuviera razón.

Ya nadie estaba de humor para quedarse.

Ellos no querían lidiar con la policía.

Mitchell ordenó que se llevaran a Chance. Chance parecía estar bien, pero su rostro estaba pálido por el frío y se veía tan lamentable.

Selena, quien estaba al lado de Chance, estaba inesperadamente callada.

Ella no dijo ni preguntó nada.

Mitchell no sabía cómo explicarlo, por lo tanto, ordenó a alguien que protegiera la escena. Mientras tanto, buscó las imágenes de vigilancia para entregárselas a la policía.

Chance sostenía con fuerza la ropa de Selena para que los guardaespaldas no pudieran llevárselo.

Selena no dijo nada y entró con Chance en sus brazos.

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