Resumo de Capítulo 29 Humillación total – Uma virada em La Heredera Divorciada Billonaria de Internet
Capítulo 29 Humillación total mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de La Heredera Divorciada Billonaria, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Romance, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
Keith reaccionó con una sacudida, y rápidamente tomó la chaqueta de Eric para cubrirse la cara mientras corría hacia el coche. “¡Súbete! ¡M*erda! ¡Tu ex-mujer me ha destrozado hoy!”.
Luego de que Eric y Keith entraron en el coche, Keith se puso rápidamente la ropa mientras se quejaba. “Tu ex-esposa es una mujer terrible. ¡Es tan despiadada y sin corazón! No puedo ganarle…”.
El rostro de Eric se enfrió al escuchar sus palabras murmuradas. Sacó un cigarrillo con sus delgados dedos y lo encendió. El humo que salía del cigarrillo hacía que sus ojos parecieran tenues e inescrutables.
Yvette y Julie siguieron a Ian fuera del bar. Tenían una expresión engreída mientras veían a los dos hombres en el coche.
Ian avanzó unos pasos hacia el coche. A través de la ventanilla del coche, se podía ver como sus labios se engancharon en una sonrisa rebelde y juguetona. “Señor Ludwig, solo era una apuesta, así que no se lo tome a pecho. Seguimos siendo amigos, ¿verdad?”.
El cuerpo de Keith se estremeció de ira. ‘¡Bah! Es fácil para ti decirlo, ¡no eres tú el que salió corriendo desnudo! ¡Me temo que mi nombre se convertirá en el hazmerreír de la ciudad a partir de ahora! Qué vergüenza… ¡Una completa humillación! Pero… yo mismo me lo he buscado… no puedo quejarme…’.
Antes, cuando Keith todavía estaba vestido y estaban en el segundo piso del bar, Ian miró a Keith con indiferencia. “¿No quieres desnudarte? Si Nicole hubiera perdido, ¿te habrías apiadado de ella?”.
La respuesta, por supuesto, era un sólido no.
Por esto, Keith no tuvo más opción que quitarse la ropa.
Keith quiso ignorar a Ian, y dejó escapar un frío gruñido. Volteó la cabeza con arrogancia para expresar su enfado.
Eric miró a Ian. Su voz era profunda y peligrosa cuando dijo: “Señor Carter, ¿está descargando su ira en nombre de Nicole hoy?”.
“Señor Ferguson, está bromeando, ¿verdad? ¿No es obvio que Nicole ganó por su cuenta? Debería estar dispuesto a perder cuando hace una apuesta. O es que un hombre soberbio como usted no puede ni siquiera compararse con una dama, ¿no es así?”.
Ian se rió despreocupadamente y golpeó con el dedo la ventanilla del coche. Reflexionó durante un momento, y le lanzó una mirada significativa a Eric.
“Señor Ferguson, usted no esperaba que Nicole ganara, ¿verdad?”.
“Sí, fue inesperado”.
“Estuvo usted casado con ella durante tres años y, sin embargo, no la conoce en absoluto. Supongo que, a sus ojos, Nicole no vale nada”. Ian tenía una leve sonrisa en los ojos. Respiró profundamente, inclinó la cabeza y sonrió diabólicamente.
“Pero… no hay necesidad de que la conozca en el futuro, porque para nosotros, ¡Nicole siempre será la mejor!”. Ian ladeó el pulgar y levantó las cejas en una mueca burlona.
La mirada de Eric era aguda y amenazante, mientras entrecerraba los ojos. “Señor Carter, usted no estaría interesado en esa mujer, ¿o sí?”.
Ian rió a carcajadas y se encontró con su mirada abiertamente. “Lo estoy. Quiero perseguirla, y tengo que agradecerle que la haya dejado ir, y me haya dado la oportunidad de hacerlo”.
Keith lo miró desconcertado. “¿Por qué?”.
“Me voy a la oficina, y tú estás fuera del camino”. El rostro de Eric estaba inexplicablemente sombrío.
Keith no tuvo más remedio que bajarse. Mientras permanecía de pie bajo el frío viento, y observaba cómo el coche se alejaba, se dio cuenta de repente de que Eric no iba en dirección a su oficina.
Al otro lado, Yvette caminó de forma presumida y dijo: “Ese Keith Ludwig debería mantenerse bajo perfil de ahora en adelante. ¡En serio, no se rinde hasta que termina estrellándose contra una pared!”.
Julie asintió. “Si no le mostramos quién manda, realmente pensará que Nikki es una cobarde…”.
Yvette se congeló por un momento. “Pero ¿cuándo empezó Nikki a jugar a los dados de póquer, y tan bien?”.
Julie e Ian se miraron, y no pudieron evitar soltar una carcajada. Julie explicó entonces: “Cuando Nikki estudiaba en Francia, hubo un mes en el que se peleó con su familia, por lo que la dejaron sin recursos económicos. Entonces, de alguna manera, la engañaron para que trabajara como crupier en el mayor casino clandestino del lugar. Para su propia sorpresa, aprendió esas habilidades por debajo de la mesa, e incluso ganó una fortuna. Cuando el Tío Floyd se enteró, se asustó tanto que inmediatamente le rogó que abandonara ese lugar, y la compensa con una tarjeta negra, sin límites de crédito…”.
Los ojos de Yvette se abrieron de par en par con asombro. Lamentó no haber asistido a la misma universidad que Nicole.
...
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: La Heredera Divorciada Billonaria