La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 356

Las palabras de Nicole fueron como una bomba que cayó sobre todos.

La Corporación SW tenía una gran presencia en el extranjero y era diez veces mayor que la Corporación White.

La cara de Melanie palideció y sus ojos se llenaron de incredulidad.

Había perdido una gran oportunidad mientras trataba de recoger centavos.

Los demás también se sorprendieron y se miraron entre sí.

Un joven tan rico y de familia distinguida ocultaba tan bien su identidad.

A Nicole no le importó cómo reaccionarían. Se limitó a seguir a Miles fuera del salón privado.

En cuanto salieron, escucharon un fuerte sonido de vidrios rompiéndose desde el interior, así como a Melanie llorando mientras trataba de explicarse.

Una vez que Nicole y Miles salieron al pasillo, los dos respiraron aliviados y se soltaron las manos simultáneamente. Luego se miraron con una sonrisa.

“¿Cómo sabías de mis antecedentes?”.

Miles no podía evitar preguntar porque en ese momento se sorprendió bastante de que ella lo supiera.

Nicole levantó las cejas. “Niel me lo dijo”.

Miles maldijo: “¡Este hijo de p*ta es muy poco fiable!”.

“Bueno, decir esto es la única manera de echarle sal en sus heridas, ¡así que no lo ocultes!”.

A Miles no le importaba esto.

Antes de llegar a su salón privado, un par de pasos tranquilos y pesados los alcanzó. Una voz fría llegó desde atrás.

“¿Te vas así como si nada?”.

Era Eric Ferguson.

Los dos se detuvieron en seco. Nicole se dio la vuelta y alzó una ceja.

“Señor Ferguson, ¿no deberías estar consolando a tu amigo? ¿Por qué nos buscas?”.

El arrogante y soberbio Colton White por fin había recibido su merecido.

El rostro de Eric era sombrío y hosco. Sus ojos estaban condensados y su aura era opresiva.

“Vinieron a provocar problemas a propósito, ¿no es así?”.

Eric dirigió una mirada a Miles con un frío intimidante.

Miles se encogió de hombros, sin admitirlo ni negarlo.

“Señor Ferguson, ¿viniste aquí a buscar problemas?”.

Eric resopló con frialdad. Sus ojos estaban llenos de desprecio y su voz era amargamente fría.

“No me importan asuntos triviales como ese. Solo estoy preocupado por Nicole… Y por ustedes”.

Él miró a Nicole con ojos oscuros, penetrantes y profundos.