La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 385

Nicole e Yvette no podían soportar ver a los enormes peces y ballenas nadando alrededor, así que buscaron un lugar tranquilo para sentarse y tomar café.

Este acuario estaba realmente tranquilo. El personal los atendió cuidadosamente desde al lado, temiendo que el café que les proporcionaron no satisficiera a las dos distinguidas damas.

Nicole miró a su alrededor. "¿No hay peces aquí?".

¡Eso era genial!

El acuarista al lado se detuvo. “Sí, Señorita Stanton. Esta es la exhibición de camarones mantis. Ya que no es una especie rara, generalmente hay menos personas que visitan esta exhibición. ¿Le gustaría echar un vistazo?”.

¿Camarón mantis?

Nicole vio la mirada expectante del acuarista y asintió. Obviamente, en lugar de mirarlos, ella quería comérselos.

El acuarista apagó las luces circundantes y los elementos especiales del techo, del suelo, y las paredes se iluminaron inmediatamente con luz azul. La luz era muy tenue y opaca, lo cual creaba una ilusión de aguas profundas. Cuando Nicole miró más de cerca, vio muchos camarones nadando adentro. De hecho, era el camarón mantis.

A diferencia de los camarones mantis servidos en platillos, los que nadaban en el tanque se veían muy lindos. Como eran de diferentes especies, variaban en tamaño. Algunos eran blancos y negros, simples pero aparentemente fascinantes.

Algunos brillaban de color verde con un toque de rojo, con colores vibrantes en su cola y diferentes patrones en su cuerpo.

En el mar profundo e ilimitado, retozaban en el fondo marino lleno de grava, nadando con sus estructuras huesudas.

En el momento en que se apagaron las luces, Nicole e Yvette se sintieron como si estuvieran en el fondo marino oscuro. Ni siquiera podían ver la pared frente a ellas.

Ya sea arriba, abajo o al lado de ellas, todo lo que los rodeaba era el entorno del mar.

El pasillo al que acababan de entrar se convirtió en un túnel submarino.

Este entorno tridimensional las sorprendió.

Sobre ellas flotaban algas y corales. Ellas estaban rodeadas por el sonido oscuro y pesado del agua del mar al subir, trayendo consigo los misterios del océano.

Junto con la ayuda de la tecnología, todo parecía bien definido. Era como si el profundo y extenso fondo marino no tuviera límites.

Yvette no podía evitar exclamar en voz alta: "¿Una exhibición de camarones mantis?".