La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 387

Nicole e Yvette salieron del acuario junto con el Pequeño Michael.

Eric los siguió. “¿Deberíamos almorzar juntos? ¿Qué tal unos camarones mantis?”.

Nicole, Yvette y el Pequeño Michael lo miraron y dijeron al unísono: "¡No!".

Eric sonrió. Nicole tomó la delantera y caminó primero hacia el coche, manteniendo dos pasos por delante, por temor a que Eric la siguiera como una sanguijuela.

Un coche relativamente nuevo estaba estacionado a unas pocas docenas de metros de distancia, esperando el momento adecuado.

En el momento en que apareció Nicole, el motor del coche rugió mientras aceleraba directamente hacía ella a gran velocidad.

Detrás de ella, Yvette dejó escapar un grito de sorpresa. "¡Nicole!".

Al segundo siguiente, una figura salió corriendo y empujó a Nicole fuera del camino.

El ataque ocurrió en una fracción de segundo. Hubo una fuerte colisión, seguida de una persona rodando al suelo.

El coche se estrelló directamente contra un árbol grande a un lado y humo comenzó a salir del capó.

Los alrededores se volvieron silenciosos.

El Pequeño Michael estaba asustado. Su voz sonaba nerviosa.

"Señorita Bonita, ese extraño señor...".

Nicole fue empujada al césped en el lado opuesto del camino. Había un dolor agudo en su brazo. Su corazón latía violentamente.

Ella no había podido reaccionar antes y solo sintió una gran fuerza empujándola desde atrás. ¡Todo lo que escuchó fue la colisión!

Nicole se dio la vuelta con el rostro pálido.

Ella vio al hombre tirado en medio del camino, cubierto de sangre. Hace apenas un segundo, ese hombre alto e indiferente estaba sonriendo gentilmente mientras la invitaba a almorzar, pero ahora...

Por alguna razón, su corazón le dolía en ese momento, como si lo hubieran apuñalado.

Yvette corrió para acercarse, presa del pánico. "¡Llama una ambulancia!”.

Ella miró a Nicole preocupada. "¿Estás herida?".

Nicole sentía como si estuviera en una burbuja porque no podía escuchar la voz de nadie.

El Pequeño Michael inmediatamente tocó su reloj inteligente. Él se obligó a mantener la calma mientras se hacía a un lado para hacer una llamada, pero su voz estaba claramente ansiosa.

Nicole tropezó aturdida y se arrodilló junto a Eric, mirándolo sin comprender.

Su ropa estaba cubierta de polvo y su cabello estaba despeinado.

Ese hermoso rostro estaba mortalmente blanco. Sus labios estaban relajados y su rostro tranquilo ya no tenía rastro de vida.

En menos de cinco minutos llegó la ambulancia.

En el hospital.

Nicole nunca había sentido que el tiempo pasaba tan lenta y extenuantemente.

Cada minuto agotaba su paciencia.

Ella estaba sentada en silencio con la cabeza abajo hasta que Mitchell le dio una servilleta para secar sus ojos.

"Señorita Stanton, no llore...".

Mitchell hablaba con dificultad y tampoco sabía cómo sentirse.

Solo entonces Nicole se dio cuenta de que en algún momento, las lágrimas corrían por su rostro.

Ella ya no podía contenerse. Sus hombros temblaban violentamente mientras ahogaba un sollozo con la cabeza abajo.

El terror y el miedo llegaron a ráfagas. Ella admitió que estaba completamente asustada.

Lo que ella más temía era que Eric muriera.

De repente, el doctor abrió la puerta de la sala de operaciones.