La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 398

“El Señor Ferguson me ordenó que no subiera a molestarlos. La Señorita Stanton lo trata con frialdad, pero creo que lo está fingiendo. Ella solo se está haciendo la difícil…”.

La niñera, Lucy, bajó deliberadamente la voz.

Clic. La cocina se iluminó de repente.

Lucy se levantó sobresaltada y dejó caer el teléfono asustada.

En el momento en que la pantalla se oscureció, Nicole vio el nombre en ella.

Señora Ferguson.

‘Así que... Está hablando por teléfono con Quinn…’, pensó Nicole.

Lucy se estremeció y miró a Nicole con pánico, tropezando con sus palabras.

“S-Señorita Nicole, ¿qué hace aquí?”.

Nicole la miró con indiferencia. Sus ojos eran oscuros y sombríos, sin un rastro de calidez.

Ella se acercó a coger el cartón de leche, lo vertió en un vaso y se fue.

Lucy cogió el teléfono con las manos temblorosas y de repente se sintió un poco nerviosa cuando miró la espalda de Nicole.

Nicole subió mientras se bebía la leche. Cuando llegó a la puerta del estudio ya se había terminado el vaso.

La escena de antes le hizo sentir un nudo en el estómago.

Eso era porque no era la primera vez que se enfrentaba a esto. En aquel entonces, Lucy fue contratada para trabajar como espía de Quinn, para vigilar cada movimiento de Nicole y asegurarse de que Nicole hiciera sus quehaceres.

Había que planchar las camisas que Eric nunca se ponía. La limpieza de la casa tenía que estar a cargo de ella personalmente. Incluso las comidas que comían todos los días tenían que hacerse acorde a recetas fijas.

Lucy era la que vigilaba y cosechaba los frutos del trabajo de Nicole.

'Incluso hoy, ¿Quinn aún quiere controlar cada uno de mis movimientos? ¡Los viejos hábitos son difíciles de erradicar!', pensó Nicole.

Cuando Nicole regresó al estudio, ya no fue tan silenciosa como antes e incluso cerró la puerta de golpe.

Eric, quien estaba sentado en el tatami, abrió los ojos de repente.

Nicole se acercó con frialdad. "¿Quieres ir a la cama?".

Estaba claro que ella estaba de mal humor después de haber salido.

Eric levantó la vista y se frotó los ojos. Habló con una voz ronca y profunda.

“¿Cómo me quedé dormido…? Debes estar cansada. Adelante, descansa. Mitchell me enviará algunos documentos más tarde”.

Nicole alzó las cejas. Ella sabía que Eric no perdería el tiempo. Nunca dejaría desatendida a la gran Corporación Ferguson.

“Está bien, entonces volveré a mi habitación. No me llames si no necesitas nada... Incluso si necesitas algo, tampoco me llames”.