La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 411

Eric Ferguson rodó su silla de ruedas hasta el baño.

Como se había lastimado la pierna, vestía pantalones holgados para que no le resultara difícil quitárselos. Sin embargo, después de pensarlo un poco, aún se puso los pantalones de pijama.

Después de todo, no podía hacer nada por el momento, así que no debía ir demasiado lejos.

Si Nicole se asustaba de él, ella podría salir corriendo en un ataque de ira.

Eric observó la parte superior de su cuerpo desnudo con satisfacción. Su pecho era fuerte y delgado, con líneas bien definidas. Sus músculos esculpidos en la espalda y los abdominales se movían suavemente con la respiración. Su habitual frialdad era sustituida por el carisma.

El recordatorio de Toto vino a la mente de Eric. "Señor Ferguson, ¡su cuerpo y rostro son sencillamente increíbles! Ninguna mujer podrá resistirse a su atractivo, así que durante el baño no diga nada. Simplemente deje que la Señorita Stanton se complazca y disfrute de la vista. Si es un poco tímida, ¡significa que es un éxito!”.

Eric estaba un poco dudoso, pero lo intentaría.

Unos minutos más tarde, escuchó el sonido de alguien abriendo la puerta de la habitación.

Eric recobró su expresión y abrió los ojos para mirarse en el espejo. Se despeinó casualmente para que su pelo pareciera naturalmente desordenado.

El sonido de pasos se detuvo fuera del baño.

Toc, toc, toc…

Alguien llamó a la puerta del baño.

De alguna manera, Eric se sentía un poco nervioso.

"Nicole, estoy dentro, solo entra directamente".

Eric respiró profundamente, se mostró extremadamente tranquilo, cerró los ojos y se dijo a sí mismo: "¡No te pongas nervioso!".

El recordatorio de Toto le vino a la mente de nuevo. “Solo cierre los ojos y deje que la Señorita Stanton disfrute de su cuerpo…”.

Pronto, el agua repiqueteó contra el lateral de la bañera.

Nicole abrió el grifo para poner el agua a la temperatura adecuada. Sus movimientos eran gentiles y suaves mientras le cubría la pierna de él con una toalla para evitar que el agua le salpicara.

Eric no podía evitar fruncir el ceño mientras pensaba, preguntándose si él debería hablar primero.

La toalla caliente detrás de él abandonó de repente su cuerpo. Eric sentía cierta incomodidad cuando el calor desapareció.

La persona que estaba detrás de él sostenía dos botellas nuevas de gel de ducha y le preguntó con voz ronca y áspera: “Señor Ferguson, ¿quiere el aroma de menta o fresa?”.

El cuerpo de Eric se puso rígido de repente. Abrió los ojos abruptamente con un escalofrío penetrante.

En un instante, el rostro feroz e inexpresivo de Luca apareció en el espejo. Las mangas de Luca estaban arremangadas mientras sostenía dos botellas de gel de ducha. Él parecía estar confundido cuando volvió a preguntar: "¿Qué aroma desea?".

Eric tenía ganas de salir corriendo del baño, ¡pero su pierna derecha no se lo permitía!

Él se quedó mirando a Luca sorprendido. Sus ojos se ensombrecieron un poco, pero su rostro permanecía extremadamente tranquilo, estoico y sombrío.

"¿Por qué estás aquí?", preguntó Eric, rechinando los dientes.

'¡¿La tensión, la contención y la rica serie de actividades con las que fantaseé se originaron en Luca, el guardaespaldas?! ¡¿Dónde está Nicole?!’.