La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 418

Nicole miró a Eric con indiferencia y dijo: “Clayton dijo que había encontrado una pista sobre el accidente de coche. Me reuniré con él en una recepción y volveré más tarde”.

La expresión de Eric se volvió solemne y fría. Frunció los labios. “Ten cuidado entonces”.

Nicole asintió y bajó las escaleras.

Luca la siguió.

Toto se apresuró a alcanzarlos.

“¡Yo también voy! Señorita Stanton, lléveme con usted. ¡Yo la protegeré!”.

Nicole estaba reacia a responder porque sentía que sus palabras podrían herir su orgullo.

Luca puso los ojos en blanco y dijo: “La Señorita Stanton está a salvo conmigo”.

“Luca, es evidente que eres un guardaespaldas, ¡pero yo puedo proteger a la Señorita Stanton de forma encubierta! Así será más seguro”.

Toto miró a Eric expectante. ‘¡Rápido! ¡Di algo!’.

Eric frunció los labios. “Llévalo contigo entonces. Si pasa algo, no tienes que preocuparte por su supervivencia”.

Toto se quedó sin habla.

Nicole levantó una ceja. “Como sea…”.

Cuando llegaron al lugar de la recepción, Luca se bajó y le abrió la puerta. En cuanto Nicole bajó del coche, ella vio a Clayton Sloan de pie en la puerta.

Clayton lucía como un hombre noble y misterioso al estar de pie allí con un temperamento tan firme e indiferente.

Se acercó a Nicole y asintió con una expresión ligera. “No te preocupes, no hay extraños alrededor”.

La implicación era que no habría ningún ataque repentino.

Nicole sonrió y se sintió aliviada.

Los dos se situaron en la puerta y entraron uno tras otro. Luca se quedó unos pasos atrás para distanciarse de ellos.

Detrás de él, Toto se acercó y susurró: “¿Quién es ese gran jefe?”.

“No lo sé”. Luca lo miró, sin ganas de hablar.

Toto era persistente. “¡¿Él está tratando de cortejar a la Señorita Stanton?! Tienes que seguirlos más de cerca. ¿Cómo puedes dejarlos solos?”.

Nicole y Clayton tampoco tenían el interés de darle explicaciones a todo el mundo.

Ella miró a Clayton con una mirada perpleja. Clayton dirigió una mirada indiferente a las personas chismosas, lo que les hizo cerrar la boca en un instante.

Clayton dobló el brazo como un caballero. Sin decir una palabra, Nicole lo tomó suavemente y esbozó una sonrisa impecable.

Su gesto íntimo no haría más que convencer a los demás de su sólida y fluida cooperación.

Pronto, tres personas conocidas se acercaron con sus copas de vino para brindar. Nicole reconoció que eran las tres personas que Clayton había invitado a la cena privada en el hotel aquel día.

Theodore Shaw, de Compañia Shaw, Paul Newton, de Newton & Co, y Hayden Zink, de la Corporación P&K.

Dado que el proyecto ya había sido finalizado, no necesitaban andar con cuidado con Clayton. Solo necesitaban mantener la cortesía básica.

Theodore Shaw llevaba un puro en la mano y se mostraba muy casual. Sonrió y miró a Nicole de manera significativa.

“Señor Sloan, si hubiera sabido que preferías a las damas, habría conseguido que mi hermana fuera a la cena privada de ese día. Aunque mi hermana no es tan bella y elegante como la Señorita Stanton, ella no se ve tan mal…”.

Clayton respondió: “En ese caso, es una suerte que no la hayas traído”.

Theodore se quedó sin palabras.