La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 469

El Pequeño Michael miró al perro que era tan alto como él y sentía que se veía estúpido y feo.

"¡No se permiten mascotas en los aviones!".

Eric lo miró y sonrió. "Mi avión privado lo permite".

El Pequeño Michael hizo una pausa por un momento y de repente sintió que estaba superado. ¡De ninguna manera!

Él sacudió la mano a Nicole y la miró fijamente.

"¡Señorita Bonita, cuando regrese a casa, te pediré un avión hecho de oro y decorado con piedras preciosas!".

‘¡No puedo dejar que mi señorita bonita sea atraída por el Señor Malvado!’.

Las comisuras de los labios de Nicole se tensaron. Ella le sonrió al Pequeño Michael.

"No, no me gustan los aviones".

El Pequeño Michael soltó un "oh" muy abatido y se sentía decepcionado porque era un día más en el que no le daba un regalo a su señorita bonita.

Cuando todos salieron del hotel, el husky ladró de repente.

"¡Guau!".

Al mismo tiempo, Nicole vio a la mujer parada frente al hotel, temblando de frío.

Ella parecía muy familiar. Era Ivy Harrison.

Ivy todavía llevaba puesto el saco de Keith, pero su vestido ya estaba seco. Ella estaba temblando por el frío de la mañana. Ivy se veía tan frágil y miserable mientras estaba parada allí.

El husky olió el saco de Keith y pensaba que Keith estaba aquí, pero al ver que no estaba, caminó perezosamente detrás de Toto.

Cuando Ivy vio a Eric, sus ojos se iluminaron porque ella estaba feliz de verlo. Ella se acercó a él, pero cuando vio a la persona detrás de él, se detuvo en sus pasos y se retiró un poco.

Los ojos de Nicole parpadearon. Parecía que Eli Harrison había decidido entregarle su hija a Eric Ferguson.

Floyd no reconoció a Ivy y frunció el ceño. "¿Quién es ella?".

La mirada de Eric se volvió fría.

Toto habló apresuradamente. "No la conocemos. ¡No la conozco y el Señor Ferguson menos!".

Él estaba ansioso por cortar todos los lazos con Ivy, pero claramente la reconocieron.

Ivy miraba a Eric con ojos heridos. Ella dudó en hablar.

Después de eso, Toto rápidamente se subió al coche y se fue.

En el avión.

Nicole y Floyd estaban discutiendo los asuntos de la compañía, por lo que estaban sentados frente a frente.

Toto se hacía cargo del husky.

Por lo tanto, Eric solo podía sentarse frente a frente con el Pequeño Michael.

La azafata dejó cortésmente una taza de café para Eric y le dio al Pequeño Michael un vaso de leche. Ella no podía evitar mirar al Pequeño Michael unas cuantas veces más y decir: "¡Qué niño tan adorable!".

El Pequeño Michael estaba molesto. "Todos somos hombres, entonces, ¿por qué me diste un vaso de leche?".

Él puso los ojos en blanco con ingenio y vio que Nicole no bebía, así que se aclaró la garganta como un adulto diminuto.

“Dame una taza de café. Quiero dárselo a mi señorita bonita".

‘La niñera me dijo que a todas las chicas les gustan los dulces’, pensó el Pequeño Michael.

Eric levantó las cejas y se rio entre dientes. “Pon menos azúcar. A ella no le gusta".