Resumo de Capítulo 47 Humilde – Capítulo essencial de La Heredera Divorciada Billonaria por Internet
O capítulo Capítulo 47 Humilde é um dos momentos mais intensos da obra La Heredera Divorciada Billonaria, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Romance, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Después de todo, Ingrid estaba muy mal, y no podría salir del baño por un rato.
Eric miró a Nicole con una mirada profunda. Había una compleja emoción y escrutinio en sus afilados rasgos.
“¿Por qué no dijiste nada cuando mi familia te trataba así?”.
“¿Qué?”. Nicole arqueó las cejas. Su mirada era indiferente, pero ella no esperaba que él dijera esto.
“¿Por qué nunca me lo dijiste?”.
‘Si ella me lo hubiera dicho, habría evitado que mi familia le hiciera esto... definitivamente lo hubiera hecho’.
Eric la escudriñó con sus impresionantes ojos, como si no quisiera dejar pasar ningún indicio de emoción en su rostro.
Nicole se rio. “Ya todo está en el pasado, y además, ahora estamos divorciados. No quiero volver a mencionarlo”.
‘¿De qué sirve hablar de ello? Solo me humillarán más...’.
“Precisamente porque estamos divorciados, ¿qué tiene de malo hablar de ello? Al menos deberías hacerme saber por qué querías divorciarte sin razón aparente, ¿no crees?”. El hombre reprimió los violentos latidos de su corazón en el pecho, y la miró con una mirada oscura.
“¿Sin razón aparente?”. Nicole apretó los labios y repitió estas tres palabras.
‘¡Qué mal chiste!’.
Ella borró la sonrisa de su rostro. Su expresión era clara y fría mientras lo miraba. “Eric Ferguson, ¿alguna vez nos hemos visto en privado en los últimos tres años? ¿Alguna vez me diste la oportunidad de contarte?”.
‘¿No fue él quien permitió todo el acoso que me daban los demás?’.
Cada vez que se reunían, él tenía una actitud seria y formal. Todo lo que hablaba era acerca de Wendy Quade. Nicole se sentía atormentada por ese nombre.
De repente, Nicole recordó cuando acababan de casarse. Ella no entendía por qué Eric estaba siendo deliberadamente frío con ella, y comenzó a aprender a ser una esposa virtuosa. Todos los días, ella preparaba comidas para él, y esperaba a que llegara a casa. Tenía miedo de perturbar su trabajo, por lo que ni siquiera se atrevía a llamarlo.
Sin embargo, Eric no llegaba a casa durante varios días seguidos, por lo que Nicole no podía resistirse a enviarle mensajes de texto preguntándole si quería probar su comida. Nunca recibía respuesta.
Los innumerables intentos y gestos de buena voluntad de su parte fueron siempre abofeteados repetidamente en la cara, y la hicieron sentirse agotada y sin valor.
Más tarde, cuando Nicole se había acostumbrado a la frialdad de Eric, ella supo que estaba destinada a estar sola en su nueva casa, y que él nunca volvería.
Cada uno vivía una vida separada en este matrimonio.
Ahora, Nicole finalmente se había liberado del pasado, pero ¿él quería una respuesta?
Si la hubiera tratado como a una esposa digna, su familia y amigos no se atreverían a burlarse tan descaradamente de ella.
‘¿No fue él quien tomó la iniciativa de humillarme?’.
Estas palabras atravesaron su corazón como una aguja, lo que le produjo un denso dolor en el pecho. Eric frunció el ceño. “En realidad, tuviste muchas oportunidades para decírmelo...”.
‘¿Entonces es mi culpa?’. Nicole se burló.
Tan pronto como salieron, Ian los alcanzó por detrás. “Señor Stanton, ¿le importa si los acompaño?”.
Nicole miró a Grant, pero su rostro era frío. Él siempre había sido reservado y serio con los extraños. “Si me importa. Estás fuera del camino”.
Ian se quedó sin palabras.
Nicole sonrió y lo saludó con la mano. “Hasta luego, Carter...”.
Ian no se atrevía a molestar a Grant Stanton, por lo que no tuvo las agallas para aferrarse a Nicole y conseguir un aventón con ellos. Solo pudo quedarse allí, luciendo agraviado, mientras veía a los hermanos subir a su coche. Cuando la puerta del coche se cerró, Ian se acercó rápidamente, asustado, y abrió la puerta del lado de Nicole.
“¿Qué estás haciendo?”. Nicole se sorprendió.
Muchas personas estaban hablando cerca de la entrada, por lo que también notaron lo que hizo. El estatus de Grant le impedía pasar desapercibido aunque quisiera.
Ian se arrodilló sobre una rodilla, y sujetó cuidadosamente el dobladillo del vestido de Nicole, que estaba atascado fuera de la puerta del coche. Luego lo introdujo en el coche y sonrió mirando a Nicole. “Bien, ahora si puedes irte. ¡Adiós!”.
Resultó que el vestido de Nicole estaba atrapado afuera de la puerta del coche, por lo que Ian se acercó deliberadamente para ayudarla con eso. A los ojos de la multitud, ese gesto fue extremadamente humilde.
Los hombres parados en el balcón del salón de banquetes, en el segundo piso, vieron esta escena. Keith se rió, y miró a Eric quien estaba a su lado. “Ese perro faldero de Ian seguramente tiene un don para perseguir mujeres, ¿no crees? ¿Incluso se atreve a coquetearle delante de Grant Stanton?”.
Keith asumió que podía haber una relación ambigua entre Grant Stanton y Nicole.
Los ojos de Eric estaban apagados. “Vamos a tomar un trago con los demás...”.
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