La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 520

La reacción de sorpresa de Quinn estaba un poco fuera de lugar, y su voz era estridente, así que llamó la atención de mucha gente.

Ivy Harrison estaba parada dócilmente a lado de Quinn Ferguson, callada y dócil como si estuviera fingiendo ser una avestruz.

En el momento en que vio a Nicole, un vago indicio de emoción y resentimiento brilló en sus ojos.

Nicole no miró a Ivy. Ella solo levantó suavemente los ojos y miró a Quinn.

No se explicó porque no podía inmutar con Quinn.

Quinn se dio cuenta de que había perdido la compostura y rápidamente volvió en sí.

El hombre sentado frente a Nicole vestía ropa cara, tenía un carácter sobresaliente y sus movimientos eran majestuosos.

El niño era bien educado y tenía buenos modales. Incluso su comportamiento petulante no era prepotente.

Con la identidad actual de Nicole, la gente con la que entraba en contacto definitivamente no era ordinaria.

Sin embargo, Quinn no podía evitar burlarse.

"Me equivoque. Nicole, ¿es este tu... Novio?”.

Ella miró a Clayton como si fuera la mayor de ella.

Según la etiqueta, Clayton debía ponerse de pie y saludarla.

Sin embargo, él ya había investigado a la gente que rodeaba a Nicole, así que sabía que esta mujer que tenía delante no era nadie para Nicole.

Nicole se tomó su tiempo y peló los camarones con movimientos elegantes antes de ponerlos en el plato del Pequeño Michael.

Ella se dirigió hacia Quinn.

Su voz era fría.

“¿Nos conocemos bien? ¿Acaso necesito presentarte?”.

La expresión de Quinn se volvió fea. '¡Nicole es realmente repugnante sin importar el momento!'.

Ivy tiró con cuidado de la ropa de Quinn. “Tía, no interrumpamos la cita de la Señorita Stanton. Vayamos para allá, ¿de acuerdo?”.

Quinn miró a Ivy y se sentía cada vez más satisfecha con ella.

Su nuera podía tener un origen familiar mediocre, pero tenía que tener buen carácter.

Palmeó la mano de Ivy y miró a Nicole con desprecio.

“Nicole, si ya tienes novio, entonces date prisa y traslada tus pertenencias de los Jardines Imperiales. No trates de tener un pie en los dos campos. Si no, acabarás sin nada”.

La mirada de Nicole se ensombreció, y la sonrisa de sus labios era fría.