La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 542

Eric entendió al instante.

La oscuridad en sus ojos se disipó de repente y miró expectante a Nicole a su lado.

Sin embargo, Nicole solo sacó su teléfono con calma, abrió una aplicación de mensajería, envió su ubicación a alguien y luego los miró.

“Mi tercer hermano estará aquí pronto. No te importa si espero en el coche unos minutos, ¿verdad? Después de todo, hace bastante frío afuera”.

¿Ellos querían que ella caminara de regreso?

¿Ellos querían que ella muriera congelada?

Eric no dijo nada. Sus ojos miraban turbulosamente a Toto.

¡No solo no pudieron estar solos, sino que él incluso perdió la oportunidad de llevarla a casa!

¡Toto era realmente inútil!

Toto bajó la cabeza tímidamente, tocando y mirando el coche a su alrededor. "Oye, este Rolls-Royce debe ser bastante caro de reparar, ¿verdad?".

......

En menos de diez minutos.

El ostentoso coche deportivo de Kai rugió hacia el lugar previsto.

Él se bajó del coche con pereza, miró el Rolls-Royce, sonrió levemente y fue a tocar la ventana burlonamente.

“Este coche se ve bien por fuera pero es bastante inútil por dentro, ¿eh? No estuvo a la altura de las expectativas en el momento crítico…”.

Los delgados labios de Eric se apretaron en una línea mientras su mirada lo recorría con frialdad.

Los hombres sabían en sus corazones lo que se estaba dando a entender.

Kai saludó a Nicole. "Pequeña N, es hora de irnos a casa...".

Nicole salió del coche y miró hacia atrás. Eric parecía estar conteniendo su ira, y había una mirada de agravio en sus ojos...

¡Este hombre se estaba convirtiendo cada vez más en un perrito faldero!

"Señor Ferguson, que tengas un buen viaje…”.

Nicole sonrió con frialdad y se subió al coche deportivo de Kai. Obviamente, ella estaba más relajada, con los brazos extendidos, sintiendo el viento.

Kai levantó las cejas con malicia y luego ellos desaparecieron.

En el lujoso Rolls-Royce.

Pesimismo estaba escrito en todo el rostro frío de Eric.

Él miró a Toto con frialdad. "¿Qué estás esperando? ¿Esperas a que camine de regreso?”.

Toto frunció los labios y dijo culpablemente: “Señor Ferguson, ¡realmente dañé el coche!”.