La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 620

Después de una mañana ajetreada, todos eran inmunes a las demostraciones públicas de afecto de Yuliana y Xander.

Solo que Nicole no esperaba que Xander y Yuliana coincidieran.

¿Cómo podrían ser pareja dos personas que claramente eran completamente inadecuadas entre sí, en términos de condiciones de selección de cónyuge para crear un alboroto?

Sin embargo, esto no crearía un mal impacto. De lo contrario, Dominic no estaría tan interesado en crear oportunidades para la pareja.

Nicole pensó: ‘Parece que tendré que hablar con Dominic sobre el momento de exponer este romance para crear un gran alboroto en línea. ¡Tendré que recuperar el dinero que gasté para reservar las pantallas LED de toda la ciudad para Eric de mi árbol de dinero, Xander!’.

Sus ojos rebotaron entre la pareja mientras comenzaba a tramar muchos planes.

Aparte de Nicole, todos podían sentir el aura fría que rodeaba al hombre al lado de Nicole. Tenía un rostro hosco y sombrío que parecía decir: “¡No te metas conmigo!”.

“Esposita, ¿dónde estás...?”.

Los ruidos venían del exterior.

“¡No puedes entrar ahí!”. Alguien detuvo al hombre.

“¡Piérdete!”.

Keith Ludwig irrumpió, luciendo como si tuviera prisa. Cuando vio a la mujer adentro, de repente suspiró aliviado y se acercó con una sonrisa.

“Esposita, ¿por qué haces esto? ¿Quieres cambiar tu carrera para ser una actriz?”.

Dominic reconoció a Keith y lo saludó con su mano, indicando a las personas que lo perseguían que se retiraran y suspendieran la filmación.

Cuando Livia vio a Keith, primero se sorprendió por un momento, luego bajó la cabeza con frialdad.

“Por favor, sal”.

El rostro de Keith se puso rígido, pero aún así forzó una sonrisa. “Debes estar tan cansada de filmar. Vamos a casa. ¡Te daré lo que quieras! De ahora en adelante, te dejaré tomar las decisiones en casa. ¿Eso estará bien?”.

A él no le importaban los ojos errantes de las personas a su alrededor, ni su propia imagen.

El hecho de que el Joven Amo Ludwig fuera abandonado en la recepción de su boda fue ampliamente difundido, y todos se sorprendieron al descubrir que todavía no se rendía.

Livia Lehman no se conmovió en absoluto. Al contrario, ella sintió ganas de reír. “Señor Ludwig, ya no tenemos ninguna relación entre nosotros. Esa es tu casa, no la mía”.