La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 64

Dijo Nicole mientras se dirigía a la silla detrás de su escritorio y se sentaba. Ella tiró los documentos sobre el escritorio y encendió el ordenador.

El Viejo Amo Ferguson, que fue ignorado, se enojó aún más y resopló con frialdad.

“Nicole, te he subestimado todo este tiempo. Parece que eres bastante capaz. No me extraña que hayas tomado la iniciativa de divorciarte. Resulta que ya has encontrado tu próximo objetivo. Tan pronto como te divorciaste de Eric, te convertiste en la Vicepresidenta de la Corporación Stanton. Parece que Grant realmente te valora…”.

Nicole se rio y miró a los Ferguson. Ingrid estaba evidentemente asustada y no se atrevía a hablar, pero el viejo venía preparado.

“¿Acaso su familia no me obligó a divorciarme? Presidente Ferguson, usted me pedía que fuera cada semana a la Villa Ferguson solo para sermonearme sobre lo baja e indigna que yo era en su alta y poderosa familia Ferguson. Ahora que estamos divorciados, usted debería estar feliz por ello. ¿Por qué ha tomado la iniciativa de venir a verme?”.

Nicole no olvidaba que el Viejo Amo Ferguson solo la hacía ir a la Villa Ferguson cada semana, no para una reunión familiar, sino para incitar a Quinn e Ingrid y atormentarla aún más física y mentalmente. Esto era para que Nicole pudiera sentir la diferencia entre ella y la familia Ferguson.

También fue por la connivencia del Viejo Amo Ferguson que Quinn e Ingrid hicieron todo lo posible para intimidar a Nicole. Todos los sirvientes de la Villa Ferguson también despreciaron a Nicole por ello.

‘¿No deberían estar celebrando que el chiste de su nuera se haya retirado personalmente?’, pensó Nicole.

“¿Qué quieres decir con eso? ¿Intentas desenterrar el pasado? ¿Es así como deberías hablar con tus mayores?”. El viejo Amo Ferguson estaba muy descontento con la actitud de Nicole.

‘¡¿Cómo se atreve esta servil mujer de aquel entonces a contestarme? ¡Qué agallas!’, pensó el Viejo Amo Ferguson.

Nicole resopló y dijo: “Esta es mi oficina, así que no existen los mayores ni los menores. Solo superiores y subordinados. Solo lo recibí ahora porque es el Presidente de la Corporación Ferguson, así que si tiene algo que decir, vaya directo al grano. Por favor, no nos haga perder el tiempo a todos. Al fin y al cabo, usted no agendó una cita previa y yo no dispongo de mucho tiempo, ya que aún tengo muchos asuntos de los que ocuparme”.

Ella miró a propósito su reloj y luego al anciano de rostro sombrío e indiferente.

‘¿A quién quiere hacerle un berrinche? ¿Él cree que sigo siendo la misma estúpida de hace tres años?’, pensó Nicole.

“¡Nicole, cómo te atreves a hablarle así al Abuelo! ¡¿Acaso quieres que se desmaye de rabia a su edad?!”. Al ver esto, Ingrid se apresuró a regañar a Nicole. ‘¿Nicole cree que está por encima de todo el mundo?’.

“Presidente Ferguson, ¿no me dio también la misma oportunidad de decir mi precio cuando me pidió que me divorciara de Eric al principio? No dije mi precio entonces, y definitivamente no quiero su dinero ahora”.

Todos pensaban que Nicole solo se había casado con Eric por dinero. Por lo tanto, en sus tres años de matrimonio, a excepción del dinero que Eric le daba después de cada transfusión de sangre, la familia Ferguson no la dejó tocar ni un centavo de su dinero y la miraba como si fuera una ladrona. Nicole era muy consciente de todo eso.

La expresión del Viejo Amo Ferguson seguía sombría. Su rostro se hundió y su respiración se hizo más pesada debido a la ira.

“Nicole, solo odias a nuestra familia y quieres ponernos las cosas difíciles, ¿eh? Le arrebataste la pipa de esmeralda al Abuelo a propósito, ¡¿verdad?!”.

Ingrid, cada vez más agitada, le gritó a Nicole, con la intención de exponer sus crueles intenciones.

Nicole se encogió de hombros. “Así es…”.