La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 649

Floyd Stanton arrulló a un lado. “No te preocupes, no tienes que irte. Bebé, vamos a dormir”.

El Pequeño Michael murmuró obedientemente y se acomodó. Clayton cargó a su hijo. Mientras estaba recostado sobre los hombros de Clayton, el Pequeño Michael señaló las escaleras.

“¡Quiero volver a mi habitación!”.

Clayton se quedó sin palabras. ‘¿Tienes que ser tan obvio mientras estás fingiendo?’.

Nicole sonrió al ver el berrinche del Pequeño Michael. Todos se callaron de repente por miedo a despertar al niño.

Parecía que nadie podía darse cuenta de que el Pequeño Michael solo estaba actuando.

Clayton endureció su cuerpo y no le quedó de otra que llevarlo arriba con cautela mientras Kai guiaba el camino.

Una vez que llegaron a la habitación de Michael, Kai observó cómo Clayton arropaba hábilmente al niño en la cama y no pudo evitar suspirar.

“Ah… El amor paternal…”.

Clayton se quedó perplejo por un momento. Después de que Kai se diera la vuelta, Clayton miró débilmente la cara del Pequeño Michael.

“¡Pequeño sicofanta!”.

El Pequeño Michael se dio la vuelta, obviamente sin querer escuchar lo que decía su padre.

Clayton bajó las escaleras y observó a los tres Stanton charlando y riendo.

Nicole dijo algo, lo que hizo que Floyd perdiera los estribos y cogiera la almohada que tenía al lado y se la tirara a la cabeza a Kai.

Kai murmuró agraviado: “Clayton tiene tanto amor paternal, ¡¿y qué hay de nuestra familia?!”.

Floyd estaba tan furioso que quería golpear a Kai. “Destruiste el jade que he atesorado durante tantos años, ¡¿y todavía esperas amor paternal?! ¡Te daré una paliza!”.

Clayton tosió levemente para anunciarse, por lo que Floyd reprimió su ira e intercambió con él palabras de cortesía.

“Se hace tarde, así que no los molestaré más. Presidente Stanton, gracias por ocuparse de Michael. Vendré otro día a presentar mis respetos”.

“Oh, no te preocupes. A nuestra familia le falta un niño pequeño. Tengo muchos hijos, pero ninguno puede complacerme. Siéntete libre de dejar al Pequeño Michael conmigo…”.

Después de unas pocas palabras más, Clayton se fue de la Mansión Stanton. Nicole también subió a descansar. El vino que había bebido antes le había hecho efecto y la había mareado un poco.

Kai siguió a Nicole y preguntó: “¿Debo preguntar cómo está Julie?”.

Nicole levantó una ceja. “No. Los dos necesitan tiempo para calmarse. Si sigues molestándola, ¡solo harás que te odie más!”.