La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 665

Clayton sonrió y miró a Nicole vacilante, queriendo decirle algo.

Nicole vio esto y se puso de pie, luego tomó casualmente un chal y lo colocó sobre su cuerpo.

“Te acompaño a la salida”.

Los dos se dirigieron a la puerta y ella le dio las llaves del coche.

Clayton se quedó atónito y sacudió la cabeza con una sonrisa.

“Mi conductor me recogerá pronto. Solo quería hablar contigo a solas”.

Nicole se detuvo y lo miró. Este hombre era más atractivo cuando sonreía suavemente, como si el mundo entero brillaba gracias a él.

Ella frunció los labios y dijo con una voz tranquila: "¿Qué quieres decirme?".

Clayton sonrió con los ojos. “Nicole, ¿puedo llamarte por tu primer nombre?”.

Nicole frunció el ceño y pensó: 'Nunca he dicho que no pueda llamarme Nicole...'.

"Si quieres".

De todos modos, era solo un nombre.

Sin su chaqueta y solo con un chal, ella parecía muy cálida.

Esta calidez la hacía parecer más suave, y sus ojos estaban relajados como los de una chica común y corriente, no como la mujer fuerte e influyente que era en la industria.

Este contraste hacía que Clayton se sintiera un poco desconsolado.

Él inclinó la cabeza y se rio: "Llamarte siempre Señorita Stanton me hace sentir que no estoy progresando y que no somos tan cercanos".

Inconscientemente, él le dijo lo que sentía en su corazón.

Nicole alzó las cejas. “Pues, no somos muy cercanos…”.

Ella recordó que había dejado su postura muy clara y no le quiso dar falsas esperanzas.

"Ya somos amigos, ¿verdad?". Clayton no sabía si reír o llorar.

Nicole asintió. Ella lo había malinterpretado.

"Entonces puedes llamarme por mi nombre".

La comisura de los labios de Clayton se curvaron en un arco suave. Él dijo de manera juguetona el nombre de ella: "Nicole".

Nicole miró hacia arriba para observarlo, sentía que hoy él estaba actuando un poco raro, pero no sabía por qué.

Los ojos de él eran brillantes, gentiles y modestos, y reflejaban la figura de Nicole.

“Solo estoy inventando una excusa por mi mala conducta. No lo pienses mucho”.

Nicole soltó un suspiro de alivio y lo miró. "Señor Sloan, en el futuro no hagas esas bromas”.

Era demasiado fácil perderse en esa clase de ternura, y ahora mismo ella no necesitaba mimos.

Clayton alzó una ceja y no respondió a sus palabras. En su lugar, cambió de tema.

“Si no quieres pegarme o regañarme, me iré”.

Él giró la cabeza hacia un lado y vio que su conductor había llegado a la entrada de la Mansión Stanton.

Naturalmente, Nicole también lo vio.

"Buen viaje”.

Nicole le hizo un gesto de despedida sin dudarlo y esbozó una sonrisa somera y educada.

Clayton se rio. '¿Acaso ella también quiere que me dé prisa y me vaya como el Pequeño Michael?'.

Al mirarla, el corazón de Clayton sintió un cosquilleo.

Una vez más, él se acercó, tomó su rostro entre sus manos y le dio un beso ligero en su frente blanca y descubierta.