La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 724

Nicole frunció el ceño y aceptó ir a casa.

Tras separarse de Yvette, se dirigió directamente a la Mansión Stanton.

Clayton estaba en la sala con Kai y Floyd. Floyd siempre había apreciado el carácter amable y modesto de Clayton, que no era arrogante. Su reserva y tranquilidad le hacían parecer muy fiable.

En cuanto Nicole entró en la casa, vio al Pequeño Michael arrastrando su maletita y bajando las escaleras de manera reacia. Tenía los ojos rojos.

“Señorita Bonita…”. El Pequeño Michael corrió hacia ella agraviado y abrazó a Nicole.

Nicole le devolvió el abrazo y de repente se sintió muy triste.

El Pequeño Michael ya llevaba mucho tiempo viviendo en la Mansión Stanton, por lo que formaba parte de su familia.

Sin embargo, ellos sabían que los sentimientos de Clayton por el Pequeño Michael eran mucho más profundos.

Clayton se puso de pie y le sonrió a Nicole.

“Los problemas en el extranjero han retrasado muchos días de escuela para Michael. Lo inscribí en la escuela, que empezará pronto, así que no puede retrasarse más”.

Floyd suspiró a un lado. Se sentía muy reacio.

“Hay muchas escuelas buenas en el país. ¿Es necesario que lo envíes a una escuela en el extranjero?”.

Clayton le explicó pacientemente: “Su plan de estudios está especialmente diseñado en el extranjero. Aquí no existe tal cosa, y Michael ya se ha adaptado al ritmo de aprendizaje en el extranjero. Si cambia repentinamente de plan de estudios, todo su trabajo escolar se retrasará”.

La planificación académica para Michael fue especialmente elaborada por profesionales de los mejores colegios. Clayton también contrató a los mejores profesores para Michael, con los que las escuelas comunes no podían compararse.

Floyd miró al Pequeño Michael con tristeza. El niño se acercó obedientemente y rodeó el cuello de Floyd con sus brazos.

“¡Tío Floyd, volveré a visitarte a menudo! Terminaré todas mis lecciones lo antes posible y heredaré todo el patrimonio de mi padre, ¡entonces podré volver con estilo y estar contigo para siempre! ¡Nadie podrá volver a separarnos!”. Clayton se quedó allí y aspiró una bocanada de aire frío. ‘Eh… ¡Qué ambicioso! ¡Bien podría haber deseado que muriera antes de tiempo!’.

Floyd estaba encantado y persuadió al niño antes de acompañarlos a la entrada.

Clayton se quedó junto al coche y miró a Nicole, aparentemente dudando si decir algo porque le preocupaba la presencia de tanta gente a su alrededor. Finalmente, bajó la mirada y sonrió.

“Adiós, Nicole”.

Nicole asintió. De repente recordó algo y dijo: “¡Espera un segundo!”.