La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 731

Nicole y Julie se sorprendieron.

Nicole frunció el ceño y miró al hombre. “Señor Ferguson, ¿aún no te has marchado?”.

Eric hizo una pausa momentánea. Su expresión era un poco fría.

“Te estaba esperando”.

“¿Por qué me estabas esperando?”.

Nicole estaba confundida. Era un día frío y ella todavía quería llegar a la siguiente fiesta con Julie.

Los ojos de Eric estaban sombríos y sus cejas estaban tensas. La miró y le recordó: “Tu prima me ensució el traje…”.

‘No seré calculador…’.

Antes de que Eric pudiera terminar su frase, Nicole soltó una carcajada fría.

“No es mi prima. Si quieres encontrarla, ponte en contacto con ella directamente. No me mires a mí. No soy una tonta que paga por otros. Si alguien intenta engañarte con el pretexto de ser pariente mío, por favor, llama a la policía. Gracias”.

Su mirada era indiferente con un destello frío.

Nicole admitió que aquella mujer, Xandria, le daba asco.

Eric no esperaba que Nicole reaccionara así. Si no hubiera visto a Xandria en la Mansión Stanton, no lo habría creído.

Nicole y Xandria eran simplemente de diferentes mundos.

Después de que Nicole dijera lo que tenía que decir, pasó frente a Eric y se subió al coche.

Julie miró a Eric por detrás y se subió al coche.

Ella sonrió. “El Señor Ferguson parece estar muy decepcionado…”.

Nicole le hizo una mueca.

“Solo está decepcionado porque nadie va a pagar ese saco multimillonario…”.

De todos modos, Nicole no iba a desembolsar ese dinero porque prefería donarlo.

Las dos chicas fueron al bar al que frecuentaban, Bar Tattle.

Tan pronto como entraron, el dueño del bar las reconoció.

“Ustedes, chicas, deben de haber hecho una cita con el Joven Amo Carter, ¿verdad? Él se encuentra en el lugar de siempre”.

Nicole se sorprendió y miró a Julie.

¡Ian Carter estaba allí!

Ese salón privado estaba alquilado por ellos. No importaba que el bar estuviera lleno, esta sala estaría reservada para ellos.

Cuando las dos chicas llegaron a la puerta, escucharon los lamentos de la persona que estaba dentro, que sonaban desgarradores y conmovedores.

Nicole se quedó atónita y le preguntó a Julie en un susurro: “¿Qué pasa con él últimamente?”.

Ian apartó la mirada torpemente y se frotó los ojos. “No estaba llorando…”.

Julie soltó una risita.

“¿No eres tú el que estaba lamentándose como un alma en pena? ¡Lo grabé!”.

Ian miró a Julie con ferocidad. “¡Qué cruel eres!”.

Nicole se rio y lo miró.

“Entonces, ¿cuál es la razón? ¿Tu negocio cero pobreza no va bien? ¿O ya no puedes vender los productos?”.

Nicole aún recordaba vívidamente la obra benéfica de alto nivel de Ian hace algún tiempo.

Ian frunció los labios. “No es nada…”.

Nicole se enderezó y suspiró.

“Está bien si no quieres decírnoslo. Puedes seguir llorando entonces, nosotras nos iremos…”.

Ian miró a Nicole sorprendido. ‘¡¿Esta mujer sin corazón se va a ir así como así?!’.

Nicole y Julie realmente tomaron sus cosas y se fueron. Ian pausó un momento e inmediatamente las llamó. Habló sollozando.

“¡Esperen! Mi familia quiere que haga una alianza matrimonial…”.