La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 748

Ahora y también en el futuro.

"Por cierto, ¿has terminado con tus asuntos en Ciudad Arena?", preguntó Nicole.

Clayton respondió: “Fui a verte”.

La mirada de Clayton era demasiado abrasadora, y las palabras que dijo eran tan cálidas y gentiles. Esto hizo que Nicole se pusiera un poco nerviosa. Ella no se atrevía a levantar la cabeza para mirarlo a los ojos.

Ella frunció los labios y parpadeó, tratando de aparentar estar tranquila.

“¿Me buscabas por algo en particular?”.

Clayton miró a Nicole con seriedad. Sus ojos reflejaban débilmente la galaxia. Al mirarlos más de cerca, se veían muy radiantes.

Después de mirarla fijamente durante unos segundos, Clayton de repente se rio levemente. Las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa un tanto encantadora.

"Tengo un interés especial en ti, así que, por supuesto, tenía que ir a verte".

Nicole se puso rígida. No esperaba que Clayton dijera de repente palabras tan directas.

Por un momento, ella no supo cómo responderle.

Al ver su rostro angustiado, los ojos de Clayton brillaron débilmente. Y habló con una sonrisa.

“¿Te sientes muy conmovida? Si es así, entonces…”.

“Sven, a partir de ahora dejaré a mi hija a tu cuidado. Cuando ella sea dada de alta del hospital, ¡asegúrate de que esté tan animada como siempre!”.

De repente, la voz de Floyd que se acercaba poco a poco llegó a la sala de Nicole.

"No te preocupes. Esta vez la Señorita Stanton está bien, gracias a su novio. ¿Cómo le encontraste un novio con el mismo tipo de sangre que ella? En el futuro, no tendrás que preocuparte de que tenga accidentes. Si los dos siguen juntos, ¡no le pasará absolutamente nada!”.

Una voz antigua y resonante habló con alegría.

Al mismo tiempo, la puerta se abrió.

Las cuatro personas se miraron.

Nicole reaccionó rápidamente y asintió hacia el hombre al lado de Floyd con una sonrisa.

“Director Sven, ¿cómo estás?”.

El Director Sven era un viejo amigo de su familia. Nicole acudía a él para consultas desde que era una niña.

Tanto Sven como Floyd no tenían la menor vergüenza de ser escuchados y se comportaban de manera sofisticada.