La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 77

Después de eso, Nicole colgó el teléfono y acarició con cariño la cabeza del pequeño tigre. “Buen chico… Ya viene pronto…”.

La encargada de la tienda miró el número y lo cotejó con su sistema. Se sorprendió al instante y gritó conmocionada: “¡Es la señora Stanton!”.

Un momento después, Kai terminó de ducharse y salió de manera despreocupada. No pudo esperar a echar un vistazo al pequeño tigre, solo para escuchar el timbre de la puerta justo después de salir del baño.

“Acaban de llegar las bufandas que pedí. ¡K, acuérdate de pagarlas!”.

Nicole se acostó en el enorme y blando sofá redondo del salón mientras jugaba con el pequeño tigre sin intención de levantarse a abrir la puerta. Kai sacudió la cabeza con impotencia y se dirigió a la puerta con la parte superior del cuerpo desnuda mientras su mitad inferior estaba simplemente envuelta por una toalla de baño. Abrió la puerta mientras decía juguetonamente: “Nena, no me importa pagar todo lo que quieras…”.

La voz de Kai se detuvo bruscamente y sus ojos se volvieron fríos al ver a la persona en la puerta. “¿Por qué estás aquí?”.

Su buen humor se esfumó en un instante.

Eric Ferguson no esperaba ver a Kai en el apartamento de Nicole. Su rostro era sombrío y sus ojos oscuros eran severos. “¿Por qué estás aquí?”.

‘Está claro que él acaba de ducharse. ¿Ha venido aquí justo después de salir del aeropuerto?’, pensó Eric.

Después de que Nicole y Kai salieran del aeropuerto, las fotos y los cotilleos de la pareja se habían hecho tan virales que no se podían reprimir.

Eric buscó por varios canales la residencia actual de Nicole. Tenía la intención de ir a su puerta personalmente para explicárselo claramente. Él estaba dispuesto a compensar lo que le debía desde hacía tres años.

La última vez que se vieron, Nicole le había propuesto su condición, queriendo que Eric eligiera entre Wendy Quade y su reliquia familiar.

Él simplemente no podía elegir entre Wendy Quade y la pipa de esmeralda, así que solo podía acudir a Nicole y preguntarle si tenía otras condiciones. Si las tenía, él aceptaría sin dudarlo.

Sin embargo, Eric nunca pensó que vería a estos dos aquí a plena luz del día.

No pudo evitar pensar: ‘¿Qué estaban haciendo?’.

Kai se rio y echó más leña al fuego. Se secó el pelo con otra toalla en la mano. “¿Por qué no puedo estar aquí? Yo vivo aquí”.

‘¡¿Están viviendo juntos?!’, la ira y la decepción hicieron que Eric perdiera la compostura al instante.