La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 785

En la Villa Ferguson.

Ingrid Ferguson nunca se hubiera imaginado que el Doctor Sabelotodo, quien había aceptado su dinero, se atrevería a traicionarla.

¿Significaba eso que toda la buena imágen que Ingrid había creado frente a Eric estaba arruinada?

Ingrid miró las noticias en línea y estaba muerta de miedo.

Inmediatamente, ella contactó al Doctor Sabelotodo, pero después de dos timbres, su teléfono estaba apagado.

Ingrid le envió un mensaje directo y le dio instrucciones.

[¿Cuánto quieres? ¡Elimina lo que enviaste!].

No mucho después, el Doctor Sabelotodo, cuyo nombre real era Shai, respondió.

[No quiero tu dinero sucio. ¡Nunca trabajaré en contra de mi conciencia!].

Ingrid estaba tan furiosa que tiró su teléfono. '¡¿Qué conciencia tiene?! ¡Claramente recibió más dinero de otra persona!’.

El mayordomo subió y llamó a la puerta.

El corazón de Ingrid se estremeció, pero aún así caminó con calma.

El amo de llaves tenía una mirada complicada mientras suspiraba.

“Señorita, el Señor Ferguson llamó y pidió que no saliera. Él estará aquí pronto”.

Las piernas de Ingrid se debilitaron, tanto que casi caía al suelo.

Su rostro era tan blanco como una hoja de papel. '¡Se acabó! Eric no dejará que me salga con la mía…’.

Ingrid maldijo en voz baja, luego corrió al estudio presa del pánico para ver al Viejo Amo Ferguson y suplicar clemencia.

"Abuelo…".

Aunque todo se implementó de acuerdo con la idea de Ingrid, el Viejo Amo Ferguson estuvo de acuerdo a ello.

Ingrid acudió personalmente al influenciador, compró los guerreros del teclado e inventó esos rumores.

El Viejo Amo Ferguson luego hizo el contacto con la plataforma de medios y empujó esto a los principales temas de tendencia.

Ingrid tenía tanto pánico y miedo en su corazón como si un cuchillo estuviera suspendido sobre su cabeza, el cual caería en cualquier momento y la cortaría por la mitad.

Ella lloró en el estudio y le contó a su abuelo lo difícil que fue trabajar como personal de ventas minoristas.

Ingrid tuvo que caminar sobre cáscaras de huevo y fue tratada con desdén.