La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 829

Eric se resistía mucho e intuitivamente sabía que Nicole no se creería tales gestos.

Sin embargo, Toto se palmeó el pecho con confianza y le aseguró a Eric.

Eric miró su teléfono y envió otro mensaje, pero seguía viendo la exclamación roja junto a su mensaje.

No tenía más remedio que intentar otras maneras.

Eric tomó el iPad con una cara sombría y echó un vistazo. Sus ojos ardían de inmediato.

Lo tiró hacia atrás.

"¡No, ni siquiera quiero verlo!".

Eric se levantó. Era el Presidente de la Corporación Ferguson y podía darle a Nicole todas las riquezas del mundo y morir por ella.

¿Por qué debería aprender estas frases? Solo le atormentaban los ojos.

[Nunca había pensado tanto en alguien. Eres la más especial de todas las chicas que he conocido].

[Tengo un millón de palabras que quiero decirte, pero cuando te veo, solo quiero decir: "Te extraño". A tu novio no le importará si escucha esto, ¿verdad?].

[Sé que estás enojada, pero a él no le importará que te hable tan tarde, ¿verdad? De todos modos, no hay nada entre nosotros].

......

Toto estaba un poco ansioso y le aconsejó.

"Señor Ferguson, ¿sabe que Clayton Sloan ha comprado una propiedad en La Gran Mansión, el cual es la propiedad más cercana al apartamento de la Señorita Stanton? ¡Él ya está preparado para pelear una guerra prolongada!”.

La mirada de Eric era profunda y sombría mientras decía en un tono levemente presumido: “Soy dueño de los pisos adyacentes arriba y abajo de su apartamento. ¡Estoy más cerca de ella!”.

Toto dijo: “Pero la Señorita Stanton no vive en su apartamento. ¡Ella vive en la Mansión Stanton!”.

Eric hizo una pausa de unos segundos. "¿Puedes comprar la Mansión Stanton?".

¡No!

¡La familia Stanton nunca estaría de acuerdo!

Toto lo miró y pensó: '¿De qué sirve preocuparse ahora por su imagen? ¿A quién le importa si es un gato negro o un gato blanco? Mientras pueda atrapar un ratón, ¡es un buen gato!’.

"Señor Ferguson, ya perdimos contra Clayton. Comparándolo a usted con Clayton, ¡la Señorita Stanton es claramente más simpática hacía él! Si no nos esforzamos más, ellos… ¡Incluso podrían tener bebés pronto!”.

Toto quería golpear a Eric con un ladrillo para que se despertara. '¡Despierta! ¡Tu mujer se irá con otro!’.

Afuera, las luces de la ciudad parpadeaban. La noche era oscura y silenciosa.

De vuelta a Jardines Imperiales.

Después de que Eric pasara dos horas en el estudio para ocuparse de los asuntos más importantes de la compañía extranjera, centró su atención en la cocina.

Toto le encontró a Eric una novela típica de un jefe dominante persiguiendo a su esposa. Toto sabía que Eric no tenía tiempo para leerla, así que la convirtió a reproducción de audio.

Así, Eric estaba haciendo un guiso en la cocina mientras escuchaba la novela.

Eric lucía alto y erguido. Su rostro hermoso no tenía ningún rastro de expresión.

Tenía el ceño fuertemente fruncido. Tenía ganas de tirar el iPad a la olla.

Toto le aconsejó. "Señor Ferguson, tenga paciencia... ¡A las chicas les gusta esto!”.

Eric estaba tratando desesperadamente de contener su ira mientras un flujo constante de basura se vertía en sus oídos. Parecía que no podía soportarlo más.

El audiolibro sonaba. “El presidente dominante de 192 centímetros escuchó que la mujer se atrevió a desobedecerlo. Se enojó tanto que se cubrió el corazón recién reemplazado, sacó un cheque de dos millones de dólares de su bolsillo y lo arrojó a la cara de la mujer”.

"¡Mi*rda!", maldijo Eric en voz alta.