La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 83

Todos pertenecían al mismo círculo de la alta burguesía. Ian Carter siempre había sido popular entre las damas de la alta sociedad, y su condición de Segundo Joven Amo de la familia Carter también era muy atractiva.

Por lo tanto, cuando estas dos mujeres vieron a Ian Carter tratando a Nicole así, sus rostros palidecieron inconscientemente.

‘¿Qué está pasando? ¿Nicole no tenía algo con Grant Stanton y una aventura con Kai? ¿Ian Carter sigue apoyando a una mujer tan escandalosa?’.

Nicole retiró la mano con cierto fastidio y se volteó para mirar a las mujeres. “Pueden tomar la iniciativa de disculparse, o yo puedo hacer que se disculpen. Ustedes elijen”.

Las dos mujeres se miraron una a la otra. Sus cuerpos se pusieron rígidos de manera inconsciente.

Ian, que estaba al lado de Nicole, miró a las dos mujeres con una sonrisa fría. “¿Están sordas? ¡Escojan!”.

Las dos mujeres estaban perplejas. Parecía que Ian Carter estaba dispuesto a golpearlas tan pronto como Nicole lo ordenara, sin tener en cuenta su diferencia de género.

¡Clic!

Nicole tomó una foto con su teléfono y las comisuras de sus labios se levantaron en señal de satisfacción.

“¿Qué estás haciendo?”. Una de las mujeres no pudo evitar preguntar por qué Nicole las fotografiaba.

“Somos gente civilizada, así que no me voy a pelear con ustedes. Ya que no quieren disculparse, solo puedo hacer que sus padres se disculpen conmigo. Cuando llegue el momento, ya no será un simple ‘lo siento’ nada más”.

Nicole se rio. Con el poder de la Corporación Stanton, sería fácil ponerles las cosas difíciles a algunas compañías pequeñas. Hacerlas desaparecer de Ciudad del Oeste también podría hacerse en un chasquido de dedos.

Una de las mujeres susurró a la otra, luego las dos levantaron la mirada y dijeron de mala gana, “Lo siento”.

Aunque no les agradaba Nicole, temían por la fuerza de la familia Carter. Ian Carter apoyaba claramente a Nicole, así que no podían permitirse el lujo de meterse con ellos.

Además, si Nicole se quejaba con Grant Stanton más tarde, la situación sería aún peor.

Estas dos damas eran bebés de fondos fiduciarios que no contribuyen al negocio familiar. Si implican a la empresa familiar por un asunto tan insignificante, seguramente serían desheredadas.

Nicole levantó las cejas y se rascó la oreja. “No lo he oído…”.

Las dos mujeres apretaron los dientes y miraron fijamente a Nicole. Levantaron ligeramente la voz. “Señoritaa Nicole, lo sentimos”.

Nicole sonrió, pero con frialdad. “Esto es una advertencia. La próxima vez, no fingiré ser civilizada”.

Ella tenía muchas maneras de intimidar a unos bebés de fondos fiduciarios.

Las dos señoras sonrieron. Aunque indignadas, no se atrevieron a decir nada.