La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 840

Yvette sonrió de repente con una pizca de desesperación.

Se dio la vuelta y entró, sacando unas botellas caras de vino tinto y colocándolas sobre la mesa.

Nicole suspiró. "No es como si pudieras controlarlo".

Yvette se quedó en silencio por un momento. De repente se abofeteó a sí misma con fuerza.

El corazón de Nicole se estremeció mientras se acercaba para detener a Yvette.

“¡Yvette!”.

A Nicole se le rompió el corazón al ver a Yvette así.

Yvette solía ser despreocupada y espontánea, pero cuando se revelaba el secreto en su corazón, sus emociones eran como un diluvio que ya no podía controlar.

Un destello de asco apareció en los ojos de Grant cuando vio el apasionado beso de Yvette con Sean Moore, que Yvette notó con agudeza.

Yvette ya no podía mantener la calma.

Sabía que no tenía esperanzas.

En el mundo de Grant, Yvette nunca había sido considerada.

Si Yvette no fuera la mejor amiga de Nicole, Grant ni siquiera se habría molestado en recordar su nombre.

Yvette se sirvió una copa de vino y se lo bebió de un solo trago.

“Nicole, no le digas a nadie más. No quiero que nadie lo sepa”.

Ella solo estaba haciendo el ridículo.

Claro que Nicole no se lo diría a nadie. Nicole estaba muy preocupada al ver a Yvette así.

"¿Por qué no se lo has dicho?".

Si Yvette le hubiera dicho algo, ¿habría resultado diferente?

Yvette se rio miserablemente.

Levantó la mirada y miró a Nicole.

"¿Sabes qué? La diferencia entre Aida y yo es que siempre la he imitado, pero nunca podré superarla. Su familia quebró en su tercer año de universidad, por lo que rompió con tu hermano y se fue a estudiar en el extranjero. Ha estado trabajando duro en el extranjero para iniciar su propio negocio, y sus ojos siempre han sido tan límpidos y puros. Cuando la vi hoy, sentí que ella aún era la misma persona que antes”.

Pronto, Yvette se emborrachó.

Nicole llevó a Yvette a su habitación para que descansara y la vio quedarse dormida, pero Nicole no se sentía cómoda dejando a Yvette sola en ese estado, así que Nicole se acomodó para pasar la noche en la sala.

Cuando amaneció, Nicole fue despertada por la luz cegadora del sol entrando por la ventana.

Dio la casualidad de que Yvette salió de la habitación.

En cuanto las dos se miraron, todo lo de anoche pasó por sus cabezas.

Yvette no se sentía avergonzada y sonrió. "Es muy vergonzoso, ¿verdad?".

Nicole frunció los labios. "Si quieres luchar, puedo ayudarte".

Ella podía ayudar a recordarle a Grant que los sentimientos de Yvette también merecían respeto.

Yvette fue a la cocina y le entregó a Nicole una botella de yogur.

“No, lo he pensado. Esto es un callejón sin salida, así que, ¿por qué debería ser terca y causarle problemas a los demás? De todos modos, esto es solo un deseo mío, así que tengo que detenerme. No quiero ser la persona que destruye las relaciones ajenas. Sería demasiado indecoroso si ni siquiera pudiéramos ser amigos”.