La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 893

Esto no era una broma. Si alguien como Nicole hiciera esto, habría muchas personas que aceptarían la culpa por ella. Sin embargo, ¡toda la vida de Ava estaría completamente arruinada!

Ella miró a Clayton, quien estaba de pie a un lado, en busca de ayuda.

Sin embargo, el rostro de Clayton era indiferente. No quería preocuparse en absoluto e incluso tenía una actitud indulgente.

Clayton era un caballero, por lo tanto no podía hacerle nada a una mujer. De no ser así, esta mujer ya se habría marchado con la cara llena de moretones.

Al ver que Nicole amenazaba a Ava sin remordimientos, él se sentía muy satisfecho.

Ella apretó los dientes. Tenía que salvarse a sí misma.

“Internacional Cyndro…”.

Estaba a punto de llorar de miedo.

Nicole hizo una pausa y entrecerró los ojos con frialdad.

“¿Eric Ferguson?”.

“N-No, soy la subordinada del Señor Ferguson, pero él no me dijo que viniera. Soy de Internacional Cyndro…”.

Ava quería seguir explicándose, pero Nicole ya no tenía paciencia para escucharla.

Nicole la agarró por el cuello de la camisa y se dirigió hacia la mesa sin tener en cuenta como se veía la mujer.

Ava no se atrevió a forcejear. Después de todo, Clayton seguía detrás de ellas.

Cuando Nicole pasó por el comedor de enfrente, Logan y varios colegas habían empezado a comer.

Todos se quedaron atónitos cuando vieron a Nicole arrastrando afuera a una mujer miserable.

El ambiente quedó en silencio durante unos segundos.

Nicole sonrió ligeramente y agitó abiertamente la mano que aún sostenía la copa de vino rota.

“¡Todos, no se contengan! Ordenen más si no hay suficiente comida. Logan, sé un buen anfitrión”.

Logan asintió. “¡Sí, Presidenta!”.

Todos parpadearon e inmediatamente fingieron que no habían visto nada. Sonrieron y levantaron sus copas.

“Este restaurante es realmente agradable…”.

“Sí, la Señorita Stanton es muy generosa. Parece que reservó el lugar para nosotros…”.

“¡El ambiente es increíble! Toma, prueba este platillo…”.

…

Los ojos suplicantes de Ava fracasaron completamente porque nadie le dedicó una mirada.

Solo entonces ella se dio cuenta lo que significaba cuando la gente quería enterrar la cabeza en la arena.