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Todos podían ver claramente el logo "Bienvenido al Hospital Psiquiátrico Atlanta" escrito en la parte posterior de las batas blancas.
Nicole sonrió y bebió tranquilamente el vino tinto de la copa, sintiéndose de repente muy satisfecha.
¿Cómo sería ella tan amable de pagar sus agravios con virtud?
La ambulancia a la que llamó era, naturalmente, la ambulancia más adecuada para Ava York.
Esa chica que se atrevía a golpear a la gente era realmente hermosa e inteligente. Ella se había ganado el corazón de Nicole.
Al tratar con mujeres falsas e "inocentes", ¡ellas tenían que ser decisivas y precisas! No había necesidad de hablar tonterías.
Clayton miró a Nicole desde un lado y bajó la voz.
"¿Fuiste tú?".
Nicole levantó una ceja. “Si fuera yo, no lo hubiera hecho tan obvio. Solo serían lesiones internas”.
Infligiendo dolor que no se podía ver en el exterior. Esa era la manera de Nicole de hacer las cosas.
Clayton lo pensó y luego sonrió.
Él se sintió aliviado.
“Ella merecía ser golpeada. Supongo que hay mucha gente que quiere darle una paliza. ¡Puedes considerarlo como una venganza por ti!”.
Nicole puso los ojos en blanco. “No soy una persona tan mezquina. Haces que yo parezca que soy del tipo que se toma los problemas en serio”.
Clayton sonrió, aparentemente un poco impotente.
"¡Yo soy el mezquino!".
El intercambio de palabras entre las dos personas cayó en los ojos de cierta persona. El aura del hombre era lo suficientemente fuerte como para matar a alguien.
"¿Ellos vinieron juntos?".
Eric miró sombríamente en dirección a la pareja y su voz transmitía un frío irresistible.
El Presidente de la Corporación Mar Dorado vio y supo que Eric estaba furioso. Él solo podía decirle la verdad.
“No, la Señorita Stanton llegó primero y el Señor Sloan vino después. Probablemente se encontraron por casualidad y solo están charlando”.
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