La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 970

Clayton tocó cuidadosamente la nariz de Nicole. Sus ojos eran tiernos.

Él tenía el corazón roto.

Sin embargo, Nicole se olvidó rápidamente del dolor.

En pocos segundos dejó de sentirlo.

Al frente, el chófer tosió.

“Señorita, ¿a dónde nos dirigimos?”.

Clayton y Nicole se separaron al instante. Solo entonces se dieron cuenta de que su distancia de hace un momento parecía demasiado cercana.

Nicole, quien siempre había estado alerta, ni siquiera se dio cuenta de que su distancia segura se había acortado.

Sentía el rostro un poco caliente mientras se mordía el labio inferior para calmarse.

“Al apartamento”.

Clayton sonrió ligeramente al escuchar esto.

No le dio más importancia al asunto de su nariz y respondió a su pregunta anterior.

“El Pequeño Michael estaba durmiendo, así que pasé a recogerte”.

“¿De verdad solo estabas de paso?”.

Nicole estaba sorprendida. Era claramente la dirección opuesta.

“Sí, estaba en el camino”.

‘Bueno, si él lo dice…’, pensó Nicole.

El chófer interrumpió en una rara ocasión. “¡El Señor Sloan lleva dos horas esperando en el coche!”.

Él salió a comer un bocadillo de medianoche, se fumó dos cigarrillos y volvió para ver a Clayton aún sentado como una escultura de hielo, inmóvil.

Era la primera vez que el chófer veía a un hombre así después de todos sus años de experiencia.

Era obvio que Clayton Sloan tenía un alto patrimonio neto y que coincidía con Nicole en cuanto a estatus social. Sin embargo, él estaba simplemente en el otro extremo en comparación con el ex esposo de Nicole, Eric Ferguson.

Nicole miró de reojo a Clayton. “¡¿Estuviste esperando por dos horas?!”.

Él sonrió mientras miraba al chófer. ‘¡Gracias por la ayuda, hermano!’.

La miró con naturalidad y le dijo: “Jamás me ha resultado molesto ir a recogerte”.

Nicole contuvo la respiración por un momento. Afortunadamente, las luces del coche eran tenues. De lo contrario, el enrojecimiento de sus orejas no podría ocultarse.

Nicole lo miró, se dirigió al sofá y estiró los brazos para cargar al Pequeño Michael.

¿Cómo podía el niño dormir en la sala de estar?

Clayton se apresuró a ir delante de ella. No quería que Nicole cargara al Pequeño Michael por miedo a cansar sus brazos.

Por suerte, el Pequeño Michael tenía tanto sueño que ni siquiera se dio cuenta de que lo llevaban en brazos.

Clayton le guiñó un ojo a Nicole y le dijo en voz baja: “¡Descansa bien!”.

Ella asintió. Clayton cargó tranquilamente al Pequeño Michael y volvió a subir.

Su relación actual aún no había llegado al punto de poder vivir juntos.

Clayton ya estaba muy satisfecho de poder entrar en la vida de ella paso a paso.

De todos modos, no tenía prisa, así que podían tomarse las cosas con calma.

Nicole estiró la espalda perezosamente y fue a cambiarse. Se dio un baño de burbujas y se hizo una mascarilla para relajarse como se debía.

Cuando Nicole estaba sumergida en el baño de burbujas caliente, el mayordomo de la Inteligencia Artificial tomó control de su teléfono. Una voz femenina mecanizada dijo: “Señora, Yvette Quimbey está llamando. ¿Quiere contestar?”.

Nicole abrió los ojos. Tras una pausa, ella dijo perezosamente: “Contesta la llamada”.