Entrar Via

La Heredera: Gambito de Diamantes romance Capítulo 146

Iris jugueteaba distraídamente con el borde de la sábana mientras fingía una sonrisa comprensiva.

—Ya, mamá, no te preocupes por mí. Ve y pasa tiempo con ella, yo voy a estar bien.

—¡Ay, mi niña, siempre tan considerada!

"Qué par de hipócritas", pensó Iris, mientras su interior ardía de rabia.

Carmen llevaba días evitando a Isabel, dándole vueltas al asunto sin cesar. Patricio Galindo tenía razón: ella no había criado a Isabel, y si llegaba ahora con actitud de madre predicadora, Isabel jamás la aceptaría. Mejor dejar que las cosas se resolvieran por sí solas cuando Iris se recuperara.

De repente, un dolor agudo atravesó el cuerpo de Iris.

—¡Ah! —su grito desgarró el aire mientras se doblaba sobre sí misma, aferrándose el estómago con ambas manos.

El rostro de Carmen perdió todo color.

—¡Iris! ¡Mi amor! ¿Qué tienes? ¿Qué te duele?

Los labios de Iris temblaban, su rostro contorsionado por el dolor.

—Me duele... me duele muchísimo.

—¡Doctor! ¡Que alguien llame al doctor! —la voz de Carmen se quebró por el pánico al ver la palidez mortal de su hija.

El médico llegó en cuestión de segundos. La habitación del hospital se convirtió en un torbellino de actividad: enfermeras corriendo, máquinas pitando, órdenes médicas resonando por doquier. Carmen, con el corazón en un puño, fue obligada a esperar en el pasillo. Los gritos de dolor de Iris atravesaban las paredes, cada uno como una daga en su pecho.

Una hora después, que a Carmen le pareció una eternidad, los dos especialistas que la habían buscado anteriormente se acercaron con expresión grave.

—Si queremos salvar el útero de la señorita Galindo, necesitamos que la doctora Marín regrese cuanto antes.

El corazón de Carmen dio un vuelco violento. El útero... tenían que salvarlo a toda costa. Con los sentimientos que Sebastián tenía por Iris, era obvio que terminarían juntos. Y conociendo el desprecio que la familia Bernard sentía por Iris, si no podía darles un heredero... Por mucho que Sebastián la amara, los problemas serían inevitables.

—¡Sí, por supuesto que hay que salvarlo! —la voz le salió estrangulada por la angustia.

—Entonces necesitamos que la doctora Marín regrese de inmediato.

—¡Y que el doctor Mathieu se incorpore al equipo sin demora! —añadió el doctor más veterano.

Carmen sintió que el mundo se le venía encima. Mathieu, Andrea... ¿Por qué todo tenía que depender de Isabel? Habían intentado de todo para hacer volver a ambos doctores, ofrecido condiciones extraordinarias, pero nada había funcionado. Al final, como una cruel ironía del destino, tendrían que recurrir a Isabel.

...

Capítulo 146 1

Capítulo 146 2

Capítulo 146 3

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Heredera: Gambito de Diamantes