Entrar Via

La Heredera: Gambito de Diamantes romance Capítulo 321

El teléfono de Esteban interrumpió el momento con su insistente timbre. Tras revisar la pantalla con el ceño fruncido, soltó a Isabel y se dirigió al estudio con pasos firmes.

Apenas se cerró la puerta tras él, el celular de Isabel comenzó a vibrar. Una sonrisa se dibujó en sus labios al ver el nombre de Paulina en la pantalla.

—¡Amiga, agárrate! —la voz emocionada de Paulina resonó en el auricular—. Te traigo un chisme que te va a volar la cabeza.

Isabel se acomodó mejor en la cama, recordando la escena que había presenciado esa tarde: Patricio paseando tranquilamente por el parque con una mujer y un carrito de bebé.

—¿Qué puede ser más jugoso que eso otro? —respondió con curiosidad. Si alguien tenía un radar infalible para los escándalos, esa era Paulina. Donde fuera que pusiera un pie, las historias más increíbles parecían materializarse frente a ella.

—Tengo tres bombas —Paulina bajó la voz con aire conspiratorio—. Una sobre el querido Sebastián Bernard, otra sobre Patricio y otra sobre la dulcísima Carmen. ¿Por cuál quieres que empiece?

Isabel se mordió el labio, intrigada. Los tres nombres prometían historias igualmente escandalosas.

—Sorpréndeme —respondió, acomodándose contra las almohadas.

—Pues agárrate, que doña Daniela anda buscando con quién casar a Sebastián. Ya está corriendo el rumor por todos lados.

Una risa sarcástica escapó de los labios de Isabel.

—¿Y la mosca muerta de Iris? Ha de estar que se la lleva el demonio.

No era ningún secreto lo que Iris sentía por Sebastián. A pesar de sus múltiples "amigos" en el extranjero, bastaba ver cómo se le restregaba cada vez que pisaba Puerto San Rafael.

—Por favor —Isabel cortó antes de que Paulina pudiera continuar—. ¿Quién en su sano juicio querría casarse con él después de todo lo que pasó? No solo está el escándalo con Iris, también está lo mío.

Cualquier familia que se respetara en Puerto San Rafael lo pensaría dos veces antes de entregar a su hija después de semejante historial.

—Ay, mi amor —Paulina chasqueó la lengua—. No subestimes el poder del apellido Bernard. Siguen siendo la familia más importante de Puerto San Rafael. Las pretendientas hacen fila.

Isabel guardó silencio, reflexionando. Era cierto que los Bernard habían sufrido pérdidas considerables por negarse a colaborar con Esteban, pero como decía el dicho: camello flaco sigue siendo más alto que caballo gordo. Además, la familia tenía otros negocios; el golpe había sido duro, pero no mortal.

El fiasco de la mina de reemplazo se había mantenido en secreto. La gente probablemente pensaba que los Bernard solo querían alejar a Sebastián de la problemática familia Galindo.

Una sonrisa maliciosa curvó los labios de Isabel.

—¿Y si le pasamos el chisme a Iris? Para darle donde más le duele.

—Ya me adelanté —respondió Paulina con satisfacción—. Se lo conté a Noelia Béringer.

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Heredera: Gambito de Diamantes