La Heredera: Gambito de Diamantes romance Capítulo 743

En la familia Allende, Esteban acababa de calmar a Isabel cuando recibió una llamada urgente de Carlos. Se sentía agotado, así que se frotó las sienes.

—James él...

—Hermano.

Esteban estaba a punto de decir que James no podía salir del compromiso, cuando bajó la mirada y vio a Isabel mirándolo con ojos suplicantes.

Su dolor de cabeza empeoró...

Finalmente, cuando Isabel lo miró con esos ojitos tristes y le jaló la camisa, Esteban se rindió y soltó una palabra al teléfono:

—Vale.

Colgó el teléfono.

Esteban le dio un pequeño pellizco cariñoso en la mejilla a Isabel.

—Tú siempre...

Simplemente no podía resistirse a ella.

Paulina había sido llevada por Vanesa de repente, y su relación con Dan apenas había salido a la luz.

Isabel estaba visiblemente preocupada.

—Es que quiero asegurarme de que no le pase nada a Pauli —murmuró Isabel, ante el reproche cariñoso de Esteban.

—¿No confías en tu hermana?

—Más bien no confío en mi hermana cuando se enoja.

Era la verdad.

Vanesa, cuando está de buen humor, es bastante razonable, hasta se puede razonar con ella.

Pero ahora era diferente.

Ahora estaba en un momento de ira, y en ese estado, podría hacer cualquier cosa irracional.

Esteban, sin embargo, no lo veía así:

—Tranquila, no se comerá a Pauli.

—Sí, no la comerá cruda —Isabel murmuró, intentando controlar su descontento.

—¿Mmm?

—Pero es posible que la someta a un entrenamiento extremo durante tres días —resopló Isabel.

Ese tipo de entrenamiento extremo sería insoportable no solo para Pauli, sino también para Isabel.

Cuando ella misma pasó por un mes de entrenamiento, casi perdió la cabeza.

No subestimes las habilidades de Vanesa. Un mes es el tiempo que dedica a entrenar a aquellos que considera los más inútiles.

La mayoría de las personas bajo el comando de Esteban fueron entrenadas por ella, y en tan solo medio mes, todos salieron como expertos.

Claro, esas personas tenían una base, pero tampoco subestimes el método de entrenamiento de Vanesa.