La Heredera: Gambito de Diamantes romance Capítulo 825

El aire se volvió denso y pesado; el silencio era absoluto.

La Mina de Carboneira siempre había sido uno de los recursos más importantes para Lago Negro, allí se encontraban diversos minerales valiosos.

Ahora Charlotte decía que la quería, ¿cómo?

—¿Está bromeando conmigo?

¿La quiere? ¿Pero qué significa eso?

—La señora Blanchet dijo que la quiere —insistió la voz al teléfono.

—¿Cuánto está dispuesta a pagar?

—No va a pagar nada.

Patrick se quedó helado.

—¿Nada? ¿Así de fácil?

¿Se la va a quedar porque sí?

¿Acaso ya no hay leyes ni reglas?

Lago Negro ya estaba hecho un caos por dentro, ¿y ahora Charlotte pretendía, sin vergüenza alguna, arrebatarles uno de sus recursos más importantes?

Y justo ese, la mina de la que dependía casi todo. ¿Acaso quería cortarles el oxígeno, asfixiarlos de raíz?

Esa mujer…

—El señor Jacques ya está aquí —agregaron por el teléfono.

¿El señor Jacques? ¿Ese viejo astuto que siempre está al lado de Charlotte?

Si hasta él se presentaba en persona, Patrick entendió que Charlotte no estaba jugando.

Apretó los dientes y colgó el teléfono de golpe.

Se frotó la frente, sintiendo cómo le palpitaba el dolor en las sienes.

Afuera todos creían que él llevaba años sin meterse en los asuntos de Lago Negro, pero la verdad era otra: los recursos vitales seguían bajo su control, él mismo los manejaba.

Por eso Dan no dejaba de reclamarle, convencido de que Patrick estaba guardando todo para Cristian.

Y ahora Charlotte se los quería arrebatar a la fuerza…

En ese momento, Clément asomó la cabeza.

—Señor…

—Voy a salir ahora mismo. Haz que Delphine vea a Carlos, ella sabrá cómo manejarlo.

Recordó cómo Delphine había manejado antes a Vanesa. Y aunque no estaba de acuerdo con sus métodos, en ese momento no había de otra.

De pronto, toda esa gente se les vino encima, y no importaba lo que dijeran, nadie les creía.