La Heredera Revelada: El Camino del Poder romance Capítulo 150

Las palabras de Dante ya llevaban una advertencia clara.

Si Liam no entendía la indirecta, Dante, como su tío, podría verse obligado a "intervenir personalmente" y poner en su lugar a su "insolente" novia.

El rostro de Liam pasó de rojo a pálido, y al final, bajo la presión de su tío, no tuvo más remedio que jalar a Mónica del brazo con fuerza.

—Moni, vámonos ya.

Pero Mónica no estaba dispuesta a rendirse tan fácilmente.

Se zafó de la mano de Liam y miró nuevamente a Aurora, con un tono casi suplicante.

—Hermana, sé que eres muy capaz. Por favor, te lo ruego, salva a la familia Narváez. Estamos al borde del abismo.

—¡Moni! —Liam miró a Mónica con dolor, al ver cómo se humillaba ante Aurora, sintiendo que Aurora era cruel e insensible.

Ignorando que Dante aún estaba presente, Liam alzó la voz con firmeza.

—Aurora, aunque ya no formes parte de los Narváez, ellos te criaron durante catorce años. Ahora que la familia está en apuros, ¿no deberías ayudarlos?

Aurora escuchó sus palabras y una chispa de ironía pasó por sus ojos.

—¿La familia Narváez solo puede usar esos catorce años como chantaje? —replicó con frialdad, mirando a Liam.

—¡Tú! —Liam quedó sin palabras, asombrado por la dureza de Aurora, quien parecía no tener un ápice de compasión.

Aurora dirigió su mirada hacia Mónica, su voz se volvió aún más cortante.

—Y ustedes, no vuelvan a presentarse frente a mí, porque no garantizo cómo podría reaccionar.

Las lágrimas de Mónica no pudieron contenerse ante las palabras gélidas de Aurora. Miró a Liam, sollozando.

—Liam, mira a tu hermana... ¿cómo puede ser tan despiadada? La familia Narváez la crió durante catorce años...

Liam, viendo a Mónica tan devastada, sintió una ira creciente hacia Aurora.

La miró con resentimiento, y su tono se tornó amenazante.

—Aurora, no seas tan arrogante. Aunque ahora estés con mi tío, no olvides de dónde vienes.

El lugar quedó en silencio, solo quedaban Aurora y Dante.

Dante se volvió hacia Aurora, su tono era un poco disculpatorio.

—Perdón por haber elegido mal el restaurante, no quería arruinarte el apetito.

Aurora negó con la cabeza, respondiendo con indiferencia.

—No importa.

Aunque sus palabras restaban importancia a lo ocurrido, en el fondo Aurora estaba algo conmovida.

La manera en que Dante la había defendido era tan imponente que no pudo evitar admirarlo un poco.

—¿Liam siempre ha sido tan... rebelde? —preguntó Aurora, sin poder contenerse.

Inicialmente, quería preguntar si Liam siempre había sido tan tonto, pero considerando que Dante también era un Olivera, optó por un enfoque más diplomático.

Dante escuchó y una ligera sonrisa, casi imperceptible, apareció en sus labios.